Resguardada por la Sierra de Tramuntana y abierta al mar a través de su bahía se encuentra la capital de la isla mallorquina, Palma de Mallorca, cuyo puerto refleja en sus aguas la numerosas embarcaciones allí ancladas junto con la silueta estilizada de su imponente catedral, la cual se asoma al puerto. A la derecha de la catedral se encuentra la ciudad antigua con sus iglesias, palacios y mansiones, muchos de ellos provenientes de la época del rey Jaume I y su hijo y sucesor en el trono Jaume II, allá por los siglos XIII y XIV, periodo en el que la isla fue cristianizada.
Pero la historia de la ciudad se remonta más atrás en el tiempo y para ello tenemos que retroceder hasta el año 123 a.C., cuando los romanos la fundaron sobre un antiguo poblado talayótico. Con el transcurrir de los años varios pueblos dejaron su impronta en esta preciosa ciudad, muestra de ello son los castillos, mezquitas y ciudades amuralladas que el imperio bizantino y el mundo islámico dejaron como legado. La Antigua ciudad musulmana llamada «Medina Mayurca» ha dado paso a la actual ciudad de Palma de Mallorca, un crisol de culturas que a lo largo del tiempo no ha hecho más que enriquecer la cultura e historia de esta gran ciudad bañada por el Mediterráneo.
Pero la historia de la ciudad se remonta más atrás en el tiempo y para ello tenemos que retroceder hasta el año 123 a.C., cuando los romanos la fundaron sobre un antiguo poblado talayótico. Con el transcurrir de los años varios pueblos dejaron su impronta en esta preciosa ciudad, muestra de ello son los castillos, mezquitas y ciudades amuralladas que el imperio bizantino y el mundo islámico dejaron como legado. La Antigua ciudad musulmana llamada «Medina Mayurca» ha dado paso a la actual ciudad de Palma de Mallorca, un crisol de culturas que a lo largo del tiempo no ha hecho más que enriquecer la cultura e historia de esta gran ciudad bañada por el Mediterráneo.
El entramado de las calles y la fisonomía del centro de Palma está concebido para pasear sin un rumbo prefijado, pues aquí en Mallorca las prisas no existen, así que preparemos nuestro sentidos para captar el más mínimo detalle y descubrir su rico legado patrimonial y urbano. En este tranquilo paseo nos encontraremos con palacios renacentistas, iglesias barrocas y edificios modernistas que se conjugan a la perfección con otros más antiguos de estilo gótico y árabe.
Pero no solo el sentido de la vista nos será recompensado, pues si paseamos por el mercado de Santa Catalina disfrutaremos del aroma de las frescas verduras y las especias, destacando el pimentón rojo con la que se realiza la sobrasada o dulces típicos de la repostería mallorquina como el «robiols», una pasta dulce o salada doblada en forma semicircular rellena de requesón, mermelada u otros dulces.
Pero no solo el sentido de la vista nos será recompensado, pues si paseamos por el mercado de Santa Catalina disfrutaremos del aroma de las frescas verduras y las especias, destacando el pimentón rojo con la que se realiza la sobrasada o dulces típicos de la repostería mallorquina como el «robiols», una pasta dulce o salada doblada en forma semicircular rellena de requesón, mermelada u otros dulces.
Después de esta carta de presentación descubriremos uno a uno los rincones y monumentos más relevantes de esta ciudad en la que vivió y sirvió de inspiración al escritor nicaragüense Rubén Darío, quien desde su residencia escribió: "Veo el vuelo gracioso de las velas de lona y los barcos que vienen de Argel y Barcelona [...] Tengo arbolitos verdes llenos de mandarinas, tengo varios conejos y unas cuantas gallinas".
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Castillo de Bellver
Situado a 3 kilómetros del centro de la ciudad y a 112 metros sobre el nivel del mar se encuentra el castillo de Bellver, cuya forma circular lo convierte en un ejemplo único del gótico civil europeo. Su construcción se inició en el año 1300, durando los trabajos más de nueve años, y al ser ininterrumpidos confiere al edificio un aspecto unitario de lineas armoniosas formando un conjunto de gran belleza. Lo más original de este castillo es su patio central también circular, en torno al cual se organiza todo el edificio junto con sus cuatro grandes torres orientadas hacía los cuatro puntos cardinales.
En el interior del castillo se encuentra el Museo de Historia de la Ciudad, cuyas salas repartidas en la planta baja nos ofrece un recorrido histórico que abarca desde los asentamientos talayóticos, allá por el año 1.300 a.C., hasta el siglo XX. Una dilatada historia que entre otros acontecimientos vivió la conquista romana con la fundación de la ciudad en el año 123 a.C., y la invasión musulmana a partir del año 903.
La planta superior con sus arcos apuntados y su cubierta con bóveda de crucería de estilo gótico alberga la colección de Antonio Despuig, uno de los personajes más destacados de la ilustración mallorquina, quien reunió una importante colección de piezas escultóricas y epigráficas clásicas que dieron pie a esta colección. Una parte importante de estas piezas provienen de una excavación que el mismo realizó en Ariccia, cerca de la ciudad de Roma.
En el interior del castillo se encuentra el Museo de Historia de la Ciudad, cuyas salas repartidas en la planta baja nos ofrece un recorrido histórico que abarca desde los asentamientos talayóticos, allá por el año 1.300 a.C., hasta el siglo XX. Una dilatada historia que entre otros acontecimientos vivió la conquista romana con la fundación de la ciudad en el año 123 a.C., y la invasión musulmana a partir del año 903.
La planta superior con sus arcos apuntados y su cubierta con bóveda de crucería de estilo gótico alberga la colección de Antonio Despuig, uno de los personajes más destacados de la ilustración mallorquina, quien reunió una importante colección de piezas escultóricas y epigráficas clásicas que dieron pie a esta colección. Una parte importante de estas piezas provienen de una excavación que el mismo realizó en Ariccia, cerca de la ciudad de Roma.
De Abril a Septiembre: de martes a sábado de 10 a 19 - Domingos y festivos de 10 a 15. De Octubre a Marzo: de martes a sábados de 10 a 18 - Domingos y festivos de 10 a 15. Los lunes permanece cerrado. Precio general 4€. Venta de tickets hasta 45 minutos antes de la hora de cierre.
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Molinos del barrio de Jonquet
En el antiguo barrio de pescadores, entre las estrechas calles y las antiguas y pequeñas casas de colores que conforman este barrio conocido con el nombre de Es Jonquet, destacan las siluetas de cinco molinos harineros. Estos molinos visibles desde el puerto de Palma fueron construidos entre los siglos XIV y XV y formaban parte de un total de siete molinos. Aunque tres de sus molinos necesitan una buena reforma, este barrio ha sido declarado Bien de Interés Cultural, motivo más que suficiente para visitarlo, sobre todo cuando paseemos por sus calles y disfrutemos de ese ambiente de tranquilidad que tanto recuerda a esos pequeños pueblos alejados del mundanal ruido procedente de las grandes ciudades.
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Baluartes de Sant Pere y del Príncep
Los baluartes de Sant Pere y del Príncep son los únicos vestigios que quedan en pie de la antigua muralla renacentista que rodeaba la ciudad, los cuales formaban parte de los 13 baluartes y 8 puertas que jalonaban la muralla. El baluarte del Príncep, llamado así como homenaje al entonces príncipe y futuro rey Felipe II, hoy en día sirve como balcón al mar Mediterráneo gracias a la rehabilitación comenzada en el año 1986 y que se culminó hace pocos años.
El baluarte de San Pere fue construido entre los años 1575 y 1578, y desde el año 2004 alberga el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, un conjunto de espacios expositivos de 2.500 m2 divididos en tres plantas donde se exponen más de 600 obras. Dentro de esta colección destaca un conjunto de obras de artistas vinculados al paisajismo de finales del siglo XIX como Sorolla, Joaquín Mir, Gelabert, Rusiñol y Anglada Camarasa. También hay obras de artistas relevantes del siglo XX como Pablo Picasso, Salvador Dalí, Joan Miró, Miquel Barceló y Bernardi Roig.
En esta colección también se encuentran representadas corrientes artísticas de ámbito internacional con obras de autores como Toni Catany, Anselm Kiefer, Rebecca Horn y Marina Abramovic, entre otros. En el museo también se organizan actividades relacionadas con la colección donde a través del análisis y el debate se adquiere un conocimiento más profundo de las obras, ejercitando así el pensamiento crítico y filosófico.
El baluarte de San Pere fue construido entre los años 1575 y 1578, y desde el año 2004 alberga el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, un conjunto de espacios expositivos de 2.500 m2 divididos en tres plantas donde se exponen más de 600 obras. Dentro de esta colección destaca un conjunto de obras de artistas vinculados al paisajismo de finales del siglo XIX como Sorolla, Joaquín Mir, Gelabert, Rusiñol y Anglada Camarasa. También hay obras de artistas relevantes del siglo XX como Pablo Picasso, Salvador Dalí, Joan Miró, Miquel Barceló y Bernardi Roig.
En esta colección también se encuentran representadas corrientes artísticas de ámbito internacional con obras de autores como Toni Catany, Anselm Kiefer, Rebecca Horn y Marina Abramovic, entre otros. En el museo también se organizan actividades relacionadas con la colección donde a través del análisis y el debate se adquiere un conocimiento más profundo de las obras, ejercitando así el pensamiento crítico y filosófico.
Baluarte del Príncep
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Lonja de Palma de Mallorca
Situada en el Paseo Sagrera, frente al mar, se encuentra la Lonja de Palma, sin lugar a dudas el mejor edificio de estilo gótico civil de toda Mallorca. Este edificio recuerda bastante a la Lonja de Valencia, y no es de extrañar, ya que el arquitecto que trabajó en la lonja de la ciudad del Turia se inspiró en ella. La Lonja de Palma fue construida entre los años 1420 y 1452 bajo la dirección del arquitecto y escultor Guillem Sagrera, aunque abandonó el proyecto cuando ya estaba prácticamente acabada la obra por tener con los promotores distintos puntos de vista.
El exterior de este edificio es de lineas sencillas y composición equilibrada en el que destacan sus torres octogonales, sus grandes ventanales de tracería gótica, sus gárgolas y su portada gótica custodiada por la figura de un ángel de serena expresión que parece darnos la bienvenida, siendo esta escultura una de las piezas más bellas del gótico europeo. Tras traspasar el umbral de la puerta nos encontramos con un espacio de tres naves sostenidas por esbeltas columnas helicoidales. Estas se abren formando una magnífica cubierta de bóveda de crucería que simula un palmeral, cuya iluminación procedente de sus grandes ventanales góticos crea un efecto de luz formidable.
El exterior de este edificio es de lineas sencillas y composición equilibrada en el que destacan sus torres octogonales, sus grandes ventanales de tracería gótica, sus gárgolas y su portada gótica custodiada por la figura de un ángel de serena expresión que parece darnos la bienvenida, siendo esta escultura una de las piezas más bellas del gótico europeo. Tras traspasar el umbral de la puerta nos encontramos con un espacio de tres naves sostenidas por esbeltas columnas helicoidales. Estas se abren formando una magnífica cubierta de bóveda de crucería que simula un palmeral, cuya iluminación procedente de sus grandes ventanales góticos crea un efecto de luz formidable.
Abierto de Abril a Octubre de 10 a 13.30 y de 17.30 a 23. De Noviembre a Marzo de 10.30 a 13.30 y de 16 a 18. La entrada es gratuita.
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Palacio Real de la Almudaina
Construido sobre los primeros asentamientos romanos de Palma, el Palacio Real de la Almudaina es un fiel reflejo de las diferentes culturas que pasaron por la isla, pues sobre los restos de una antigua construcción romana se construyó sobre los siglos XII y XIII una alcazaba en la que se instalaron los walís musulmanes de «Medina Mayurqa». Con la llegada de los Cristianos, entre los años 1305 y 1314, se construyó sobre la antigua alcazaba el Palacio de los Reyes de Mallorca, que es el edificio que actualmente podemos ver, aunque aún quedan restos de la alcazaba árabe.
Del Palacio de la Almudaina hay que destacar el salón del Tinell, que se dividió en dos niveles en el siglo XVI, y cuya característica más reseñable son sus grandes arcos apuntados, sobre los cuales se apoya una cubierta de dos vertientes. La capilla de Santa Ana es una de sus estancias más emblemáticas ya que se la considera una obra maestra del gótico clásico, obra atribuida a Ponç des Coll. En el interior de esta capilla también se puede apreciar el trabajo de Pierre de Guines y del taller de los Campredon, quienes se encargaron del trabajo escultórico del tímpano, mensúlas y claves de bóveda.
Por último también hay que destacar la Torre del Ángel, conocida así por estar coronada por una veleta con la forma del arcángel San Gabriel, obra escultórica realizada por Antoni de Camprodon en el año 1310. El ángel está vestido con una larga túnica y en su mano izquierda sostiene una cruz trebolada, con un escudo en el pecho donde está inscrito en latín la expresión «Et Verbum caro factum» («Y las palabras de Dios se encarnará»).
Del Palacio de la Almudaina hay que destacar el salón del Tinell, que se dividió en dos niveles en el siglo XVI, y cuya característica más reseñable son sus grandes arcos apuntados, sobre los cuales se apoya una cubierta de dos vertientes. La capilla de Santa Ana es una de sus estancias más emblemáticas ya que se la considera una obra maestra del gótico clásico, obra atribuida a Ponç des Coll. En el interior de esta capilla también se puede apreciar el trabajo de Pierre de Guines y del taller de los Campredon, quienes se encargaron del trabajo escultórico del tímpano, mensúlas y claves de bóveda.
Por último también hay que destacar la Torre del Ángel, conocida así por estar coronada por una veleta con la forma del arcángel San Gabriel, obra escultórica realizada por Antoni de Camprodon en el año 1310. El ángel está vestido con una larga túnica y en su mano izquierda sostiene una cruz trebolada, con un escudo en el pecho donde está inscrito en latín la expresión «Et Verbum caro factum» («Y las palabras de Dios se encarnará»).
Capilla de Santa Ana
De Octubre a Marzo de martes a domingo de 10 a 18; de Abril a Septiembre de martes a domingo de 10 a 20. El cierre de las taquillas y el acceso al palacio una hora antes. Cierra los lunes. Precio: 7€
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Catedral de Santa María de Mallorca
Sin lugar a dudas, la catedral es el edificio más emblemático de la ciudad, no en vano es uno de los edificios góticos más bellos de Europa. La construcción de la Catedral de Santa María de Mallorca se prolongó durante muchos años, ya que su primera piedra se colocó en el siglo XIII y no se concluyó hasta el año 1630. Todo ello sin contar las numerosas reformas de los siglos sucesivos que nos lleva hasta nuestro actual sigo XXI, con la realización del mural de la Capilla del Santísimo, obra realizada entre los años 2001 y 2006 por el pintor Miquel Barceló.
Los documentos más antiguos sobre la catedral datan del año 1230, siendo Ponç des Coll el primer arquitecto que intervino en la catedral, sucediendole en el cargo el maestro de obras Jaime Fabre. Los maestros que participaron en la construcción de la catedral acometieron una obra sin precedentes, ya que pretendían crear un templo de una magnitud y esbeltez extraordinaria, de hecho una de las naves de la catedral es la de mayor altura entre las catedrales góticas europeas, que con una altura de 44 metros es solo superada por los 48 metros de la catedral de Beauvais y los 45 metros de la catedral de Milán.
Pero la grandiosidad de la catedral no termina aquí, pues su rosetón mayor que baña de luz y color el interior de la catedral es considerado el rosetón más grande del mundo, con unas dimensiones entre 12,8 y 13,8 metros de diámetro, siendo conocido como el Ojo del gótico. Está integrado por 1.236 cristales que dan forma a una estrella de David con 24 triángulos, que en los días 2 de febrero y 11 de noviembre crea un espectacular efecto lumínico. Los rayos del sol traspasan el rosetón mayor proyectando en la pared situada al otro lado de la nave su reflejo, pudiéndose ver dos rosetones, uno de cristal de menor dimensión y otro de luz, siendo conocido este fonómeno como el espectáculo del ocho.
El fantástico arquitecto Antoni Gaudí también intervino en las reformas de la catedral, ya que fue contratado en el año 1904 para reformar el interior del templo. En sus trabajos se encargó de trasladar el coro y de incorporar al prebisterio la sede episcopal, además de iluminar todo el espacio con la realización de ventanales de cristal, sin olvidarnos del bellísimo baldaquino del altar mayor. Los trabajos de Gaudí terminaron en el año 1914, cuando decidió dar rienda suelta a su creatividad añadiendo elementos modernistas a la catedral gótica, decisión que no gustó nada a los eclesiásticos, pues chocaba frontalmente con sus ideas conservadoras.
Los documentos más antiguos sobre la catedral datan del año 1230, siendo Ponç des Coll el primer arquitecto que intervino en la catedral, sucediendole en el cargo el maestro de obras Jaime Fabre. Los maestros que participaron en la construcción de la catedral acometieron una obra sin precedentes, ya que pretendían crear un templo de una magnitud y esbeltez extraordinaria, de hecho una de las naves de la catedral es la de mayor altura entre las catedrales góticas europeas, que con una altura de 44 metros es solo superada por los 48 metros de la catedral de Beauvais y los 45 metros de la catedral de Milán.
Pero la grandiosidad de la catedral no termina aquí, pues su rosetón mayor que baña de luz y color el interior de la catedral es considerado el rosetón más grande del mundo, con unas dimensiones entre 12,8 y 13,8 metros de diámetro, siendo conocido como el Ojo del gótico. Está integrado por 1.236 cristales que dan forma a una estrella de David con 24 triángulos, que en los días 2 de febrero y 11 de noviembre crea un espectacular efecto lumínico. Los rayos del sol traspasan el rosetón mayor proyectando en la pared situada al otro lado de la nave su reflejo, pudiéndose ver dos rosetones, uno de cristal de menor dimensión y otro de luz, siendo conocido este fonómeno como el espectáculo del ocho.
El fantástico arquitecto Antoni Gaudí también intervino en las reformas de la catedral, ya que fue contratado en el año 1904 para reformar el interior del templo. En sus trabajos se encargó de trasladar el coro y de incorporar al prebisterio la sede episcopal, además de iluminar todo el espacio con la realización de ventanales de cristal, sin olvidarnos del bellísimo baldaquino del altar mayor. Los trabajos de Gaudí terminaron en el año 1914, cuando decidió dar rienda suelta a su creatividad añadiendo elementos modernistas a la catedral gótica, decisión que no gustó nada a los eclesiásticos, pues chocaba frontalmente con sus ideas conservadoras.
Foto de Wikimedia Commons
Abierto del 1 de Junio al 30 de septiembre de lunes a viernes de 10 a 18.15; 1 de Abril al 31 de Marzo y Octubre de 10 a 17.15; 2 de Noviembre al 31 de Marzo de lunes a viernes de 10 a 15.15; Todos los sábados del año de 10 a 14.15. Precio: 8€
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La ruta del modernismo en el casco histórico de Palma
Producto de la dilatada historia de la ciudad no solo veremos en Palma de Mallorca edificios como la catedral o el Palacio de la Almudaina, si no también encontraremos varios edificios modernistas. Varios ejemplos son la casa de les Miges, la casa Forteza Rey y los almacenes l'Aguila. Fue entre finales del siglo XIX y principios del XX cuando surgió este estilo en varios puntos de Europa teniendo cada país sus propias características, pero con una estética común basada en edificios asimétricos con ondulaciones y lineas curvas, imitando así las formas de la naturaleza.
Así, paseando por las calles de Palma veremos además de los edificios antes mencionados otros ejemplos, como las Casasayas, ubicado en la Plaza del Mercado, dos edificios simétricos compuestos por el edificio Casasayas y la pensión Menorquina, los cuales se encuentran separados por la calle Santacília. Fueron construidos entre los años 1908 y 1911 bajo la dirección del arquitecto Francesc Roca, siendo el valedor Josep Casasayas Casajuana, propietario de la pastelería Can Frasquet.
Cerca de este lugar, en la Plaza de Cort, también se encuentra Can Corbella, un edificio premodernista de estilo neomúdejar surgido de las tendencias del romanticismo. El maestro de obras fue Nicolau Lliteras, quien proyecto una fachada ondulada de tres plantas con vidrieras de decoración lobulada. También hay que destacar su planta baja, decorada con arcos de herradura con vidrieras de colores, y que albergó hasta el año 1985 la droguería Corbella, de ahí su nombre.
Casa Forteza Rey
Así, paseando por las calles de Palma veremos además de los edificios antes mencionados otros ejemplos, como las Casasayas, ubicado en la Plaza del Mercado, dos edificios simétricos compuestos por el edificio Casasayas y la pensión Menorquina, los cuales se encuentran separados por la calle Santacília. Fueron construidos entre los años 1908 y 1911 bajo la dirección del arquitecto Francesc Roca, siendo el valedor Josep Casasayas Casajuana, propietario de la pastelería Can Frasquet.
Cerca de este lugar, en la Plaza de Cort, también se encuentra Can Corbella, un edificio premodernista de estilo neomúdejar surgido de las tendencias del romanticismo. El maestro de obras fue Nicolau Lliteras, quien proyecto una fachada ondulada de tres plantas con vidrieras de decoración lobulada. También hay que destacar su planta baja, decorada con arcos de herradura con vidrieras de colores, y que albergó hasta el año 1985 la droguería Corbella, de ahí su nombre.
Can Corbella
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Un recorrido por la arquitectura religiosa de Palma
Además de la catedral, la ciudad de Palma cuenta con un buen número de edificios religiosos donde predominan los estilos gótico y barroco, siendo ésta una muestra de la historia de la ciudad a través de las diferentes tendencias arquitectónicas surgidas en cada época. Uno de los edificios religiosos que fusiona ambos estilos es la iglesia de San Francisco, pues cuenta con un espectacular claustro gótico del siglo XIV, aunque su fachada es barroca, ya que la original fue destruida por un rayo en el año 1580.
Dentro de los templos góticos hay que destacar la iglesia de Santa Eulalia, edifico construido en el siglo X, aunque el campanario es del siglo XIX. En el exterior, si nos fijamos en las terrazas que circundan la iglesia veremos un conjunto de gárgolas formada por dragones, arpías y basiliscos, entre otras figuras representativas del bestiario medieval. No nos podemos olvidar de la iglesia del Antiguo Convento de la Misión, uno de los más bellos ejemplos del barroco palmesano. Fue construida entre los año 1736 y 1764, y aunque es un templo sencillo y de una sola nave, cuenta en su interior con un magnífico retablo de estilo rococó obra de Albert Borguny.
Dentro de los templos góticos hay que destacar la iglesia de Santa Eulalia, edifico construido en el siglo X, aunque el campanario es del siglo XIX. En el exterior, si nos fijamos en las terrazas que circundan la iglesia veremos un conjunto de gárgolas formada por dragones, arpías y basiliscos, entre otras figuras representativas del bestiario medieval. No nos podemos olvidar de la iglesia del Antiguo Convento de la Misión, uno de los más bellos ejemplos del barroco palmesano. Fue construida entre los año 1736 y 1764, y aunque es un templo sencillo y de una sola nave, cuenta en su interior con un magnífico retablo de estilo rococó obra de Albert Borguny.
Iglesia de Santa Eulalia
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Los Baños Árabes de Palma
Aunque hay pocas muestras de la arquitectura musulmana en Palma, si nos acercamos a los jardines de Can Fontirroig veremos una magnífica muestra, pues en este lugar se encuentran los baños árabes. Fueron construidos entre los siglos X y XII, y para ello sus constructores utilizaron capiteles bizantinos y romanos ya existentes en el lugar. Los baños están integrados en una sala redonda de superficie cuadrada con doce columnas que sostienen una cúpula con varias aberturas por donde entra la luz. La sala estaba destinada a los baños calientes y para ello contaba con un doble suelo donde circulaba el agua caliente y el vapor a través de diversos huecos, siendo estos baños solo una parte del antiguo edificio, ya que también contaba con una sala de baños fríos.
Calle Serra, 7. Abierto de Abril a Noviembre de 9.30 a 20 y de Diciembre a Marzo de 9.30 a 19. Precio: 3€
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Los patios de Palma de Mallorca
Paseando por las calles de Palma descubriremos rincones llenos de encanto, lugares donde el silencio y la tranquilidad crean una atmósfera especial, un estado propicio para percibir detalles que de otra manera pasarían desapercibidos. Este estado de sosiego lo cumplen a la perfección los numerosos patios que se encuentran diseminados por la ciudad, muchos de ellos ocultos tras sus portones metálicos, ya que la mayoría de ellos son privados y no están abiertos al público. No obstante, aún quedan un buen puñado de patios que aún puede ser visitados, y al igual que pasa con otros monumentos de la ciudad veremos a través de ellos los diferentes estilos producto de la dilatada historia de Palma, encontrándonos patios que abarcan desde el siglo XIV hasta el siglo XX.
Uno de los patios con la arquitectura más exquisita se encuentra en el antiguo Palacio del Marqués de Solleric, edificio de la segunda mitad del siglo XVIII en el que se combina el estilo rococó con el neoclásico. La elegancia de sus lineas se percibe a través de sus arcos apoyados sobre columnas que dan paso a una monumental escalera doble. Actualmente este palacio alberga un museo de artes visuales contemporáneas.
En la Calle de Can Savellà se encuentra el patio de Can Juny, cuya singularidad radica en el color rojizo de sus paredes. Este patio fue construido en el siglo XVI en estilo gótico, aunque fue muy reformado a finales del siglo XVII, destacando sus arcos de medio punto y sus capiteles de tradición jónica. Los primeros propietarios fueron los Pi de Juny, aunque a lo largo del tiempo otras familias se hospedaron en este palacete.
Muchos de los patios se nos quedarán en el tintero, pues son más de 60 los que se distribuyen por el casco antiguo, pero no queremos dejar de mencionar uno que tuvimos la posibilidad de visitar, como es el Patio de Can Vivot. Este patio de base gótica es uno de los más emblemáticos de la ciudad, y como su nombre indica perteneció a Juan Sureda Villalonga, primer Marqués de Vivot, quien se hospedó aquí en el siglo XVII. Sus grandes arcos rebajados y su suelo empedrado con formas geométricas dibujan una lineas barrocas que se conjugan a la perfección con su escalera de estilo imperial.
Para alguien no versado, muchas veces las palabras se quedan cortas para describir estos lugares, así que recurriremos al genial escritor José Martinez Ruíz, más conocido como Azorín, quien en el año 1906 recorrió algunos de estos patios:
Uno de los patios con la arquitectura más exquisita se encuentra en el antiguo Palacio del Marqués de Solleric, edificio de la segunda mitad del siglo XVIII en el que se combina el estilo rococó con el neoclásico. La elegancia de sus lineas se percibe a través de sus arcos apoyados sobre columnas que dan paso a una monumental escalera doble. Actualmente este palacio alberga un museo de artes visuales contemporáneas.
Can Juny, Carrer de Can Savellà, 13
En la Calle de Can Savellà se encuentra el patio de Can Juny, cuya singularidad radica en el color rojizo de sus paredes. Este patio fue construido en el siglo XVI en estilo gótico, aunque fue muy reformado a finales del siglo XVII, destacando sus arcos de medio punto y sus capiteles de tradición jónica. Los primeros propietarios fueron los Pi de Juny, aunque a lo largo del tiempo otras familias se hospedaron en este palacete.
Muchos de los patios se nos quedarán en el tintero, pues son más de 60 los que se distribuyen por el casco antiguo, pero no queremos dejar de mencionar uno que tuvimos la posibilidad de visitar, como es el Patio de Can Vivot. Este patio de base gótica es uno de los más emblemáticos de la ciudad, y como su nombre indica perteneció a Juan Sureda Villalonga, primer Marqués de Vivot, quien se hospedó aquí en el siglo XVII. Sus grandes arcos rebajados y su suelo empedrado con formas geométricas dibujan una lineas barrocas que se conjugan a la perfección con su escalera de estilo imperial.
Para alguien no versado, muchas veces las palabras se quedan cortas para describir estos lugares, así que recurriremos al genial escritor José Martinez Ruíz, más conocido como Azorín, quien en el año 1906 recorrió algunos de estos patios:
Patios vastos en los que no se oye nada, ni se ve a nadie; y en los que un farolón viejo de vidrios blancos pende del techo. Se respira en esta Palma venerable un sosiego, una calma sedante, un paz que en un punto apacigua nuestros enardecidos nervios de cortesanos.
Patio de Can Vivot, Carrer de Can Savellà, 4
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Comercios con encanto en la ciudad de Palma
En el casco antiguo de muchas de las ciudades aún se conservan los pequeños comercios de toda la vida, exiguos reductos que aún sobreviven a los grandes centros comerciales, gigantes de un capitalismo salvaje que han perdido todo su encanto. Estos pequeños comercios que aún mantienen su esencia, sin embargo, están sobrados de encanto, donde las prisas no tiene cabida en ellos. En estas tiendas tendremos la posibilidad de adquirir un producto artesanal hecho con la paciencia y el cariño que solo saben hacer los comerciantes de estas pequeñas reliquias, que en muchos de los casos han pasado de generación en generación.
Uno de los establecimientos más emblemáticos de palma es la bombonería y charcutería la Pajarita, fundada en el año 1872 por los tatarabuelos de los hermanos Javier y José Lorenzo Mulet, últimos eslabones de una saga histórica que marcharon a Suiza para aprender a hacer bombones antes de abrir esta tienda ya legendaria. En este lugar emblemático encontraremos productos artesanales como el turrón de tres cremas o el fiambre de perdiz que los hacen únicos. Ante estas tentaciones sucumbieron personajes como el Archiduque Luis Salvador o el escritor Robert Graves, quien entraba en la tienda con su cesta de mimbre.
Uno de los establecimientos más emblemáticos de palma es la bombonería y charcutería la Pajarita, fundada en el año 1872 por los tatarabuelos de los hermanos Javier y José Lorenzo Mulet, últimos eslabones de una saga histórica que marcharon a Suiza para aprender a hacer bombones antes de abrir esta tienda ya legendaria. En este lugar emblemático encontraremos productos artesanales como el turrón de tres cremas o el fiambre de perdiz que los hacen únicos. Ante estas tentaciones sucumbieron personajes como el Archiduque Luis Salvador o el escritor Robert Graves, quien entraba en la tienda con su cesta de mimbre.
La Pajarita, Calle Sant Nicolau de Palma
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Palma Aquarium
En una ciudad bañada por el mar no podía faltar un aquarium, el cual encontraremos a 500 metros de la Playa de Palma, se trata del Palma Aquarium, un espacio de 12.000 metros cuadrados en el que se representan la vida marina de todos los océanos y mares del mundo. Con 8.000 ejemplares de 700 especies diferentes podremos ver desde al pez payaso hasta el tiburón tigre de arena a través de un fondo transparente que recorre las instalaciones, y para los más atrevidos existen actividades que nos permitirán bucear entre estas fascinantes criaturas.
El aquarium también cuenta con la colección de corales vivos más grande de Europa, formada por más de 275 especies. Distintos talleres y actividades nos harán descubrir algunos de los secretos que guarda el interior de los océanos, vastos espacios del planeta tierra que son igual de desconocidos que el espacio exterior. A pesar de ser un aquarium, estas instalaciones nos ofrecen la oportunidad de descubrir los jardines mediterráneos y la jungla, a través de unos espacios que simulan el microclima de estas dos masas forestales tan diferentes presentes en nuestros planeta.
El aquarium también cuenta con la colección de corales vivos más grande de Europa, formada por más de 275 especies. Distintos talleres y actividades nos harán descubrir algunos de los secretos que guarda el interior de los océanos, vastos espacios del planeta tierra que son igual de desconocidos que el espacio exterior. A pesar de ser un aquarium, estas instalaciones nos ofrecen la oportunidad de descubrir los jardines mediterráneos y la jungla, a través de unos espacios que simulan el microclima de estas dos masas forestales tan diferentes presentes en nuestros planeta.
Del 1 de Abril al 31 de Octubre todos los días de 9.30 a 18.30; Del 1 de Noviembre al 31 de Marzo de lunes a viernes de 10 a 15.30 y los fines de semana de 10 a 17.30. Taquilla: Puedes sacar aquí tu entrada.
Uno de los escritores más conocidos de lengua hispana que vivió en Palma de Mallorca fue el nicaragüense Rubén Darío, quien desde el año 1906 al año 1907 vivió en el número 8 de la Calle del Dos de Maig, cerca del castillo de Bellver. Al poco de instalarse su casa se convirtió en un centro de reunión en el que asistían políticos, periodistas, escritores y pintores, lugar que le sirvió de inspiración para escribir un poema titulado «Epístola a la Señora Lugones», además de una compilación de prosa titulada «la Isla de Oro».
Rubén Darío volvió a la isla de Mallorca en el año 1913, instalándose esta vez en la Cartuja de Valldemosa, una estancia corta que duró hasta justo después de las navidades de ese mismo año, aunque le dio tiempo para escribir el poema «La Cartuja» y la novela inacabada «El Oro de Mallorca». En el año 1950, el entonces Consul de Nicaragua, Antonio Carlos Vidal Isern, solicitó levantar un monumento en memoria del escritor en el Paseo Sagrera, encargándose de la obra el escultor Antoni Oliver.
Un merecido homenaje para tan ilustre escritor, máximo representante del Modernismo, cuyos escritos destacan por la riqueza y musicalidad de su poesía, tan bien representada en sus escritos dedicados a la isla de Mallorca, lugar donde percibió el símbolo místico de su paisaje, donde descubrió el misterio del ser y la vida, como bien describe en su poema titulado Vésper:
Rubén Darío volvió a la isla de Mallorca en el año 1913, instalándose esta vez en la Cartuja de Valldemosa, una estancia corta que duró hasta justo después de las navidades de ese mismo año, aunque le dio tiempo para escribir el poema «La Cartuja» y la novela inacabada «El Oro de Mallorca». En el año 1950, el entonces Consul de Nicaragua, Antonio Carlos Vidal Isern, solicitó levantar un monumento en memoria del escritor en el Paseo Sagrera, encargándose de la obra el escultor Antoni Oliver.
Un merecido homenaje para tan ilustre escritor, máximo representante del Modernismo, cuyos escritos destacan por la riqueza y musicalidad de su poesía, tan bien representada en sus escritos dedicados a la isla de Mallorca, lugar donde percibió el símbolo místico de su paisaje, donde descubrió el misterio del ser y la vida, como bien describe en su poema titulado Vésper:
Quietud, quietud.... Ya la ciudad de Oro ha entrado en el misterio de la tarde. La catedral es un gran relicario. La bahía unifica sus cristales en el azul de arcaicas mayúsculas de los antifonarios y misales. Las barcas pescadoras estilizan el blancor de sus velas triangulares, y, como un eco que dijera: "Ulises", junta aliento de flores y de sales.
11 Comentarios
Estuvimos hace 3 semanitas en Mallorca y creo que casi cumplimos con todo, aunque la verdad es que la ciudad da para bastante y nos faltó una segunda jornada. Donde no fuimos fue al Palma Aquarium. En cambio, recomiendo el fuerte San Carlos, que no comentas.
ResponderEliminarNosotras estuvimos 6 días en la isla, y en la ciudad dos días. no nos dio tiempo a ver todo, ya que también nos pilló la borrasca Gloria.
EliminarLa primera vez que subí a un avión fue para ir a Mallorca, y de eso hace ya unos cuantos años. Estuve en Palma solamente un día y apenas recuerdo nada pero seguro que no visité casi nada de lo que mencionas ¡¡¡y todo me ha encantado!!! Seguro que cuando regrese a esta ciudad sigo vuestros pasos porque me ha gustado mucho desde el Palacio de Bellver a esa tienda con encanto :)
ResponderEliminarPara nosotros también fue la primera vez que montábamos en avión, y el destino fue también Mallorca, de esto hace más de 15. Aunque esta segunda vez he ido con una compañera de trabajo. Estuvimos 6 dias y aunque nos pilló la borrasca Gloria, la verdad que disfrutamos de la isla.
EliminarPalma de Mallorca es una de nuestra ciudades fvaoritas de España. Hemos ido tres veces y estamos deseando volver, cuando acabe todo esto del coronavirus.
ResponderEliminarSaludos.
Es una ciudad preciosas. Bueno, toda la isla
EliminarPalma de Mallorca es una ciudad encantadora. Hace muchos años que la visitamos y recuerdo haber visto casi todos los lugares que mencionas en el post. No recuerdo sin embargo, haber visitadoCan Fontirroig, y me ha encantado! Habéis hecho un buen repaso a la ciudad. Enhorabuena por el post! Saludos.
ResponderEliminarLos jardines de Can Fontirroig se encuentran dentro del espacio que ocupan los baños árabes. Es un jardín pequeñito, pero muy coqueto.
EliminarVivo en Mallorca y disfruto a cada minuto de su historia, paisajes, playas y montañas. Tiene todo lo que se necesita para vivir plenamente.
ResponderEliminarBuen post!!! Saludos.
Gracias!. Es una isla que me gusta mucho. Tengo pendiente hacer un post de todos los lugares que visitamos
EliminarCuando volváis por nuestra tierra, os recomendamos visitar el pueblo de Puigpuñent, en plena sierra de Tramuntana
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