En la Alta Edad Media, entre mediados del siglo V y comienzos del siglo VIII, la península ibérica estuvo dominada por los visigodos, pueblo de origen germánico que entró por los Pirineos allá por los años 409 o 410. De aquella cultura tenemos constancia gracias a las etimologías de San Isidoro de Sevilla y los Concilios de Toledo y, de una forma más física de sus templos, sin olvidarnos de su arte mueble, siendo los más conocidos los tesoros de Guarrazar y Torredonjimeno, trabajos de orfebrería que están compuestos en su mayoría de coronas votivas y cruces. El primero de los tesoros lo encontraremos en el Museo Arqueológico Nacional en la ciudad de Madrid, y el segundo tesoro lo encontraremos repartido entre los Museos Arqueológicos de Cataluña y Córdoba y, en menor medida, en el citado museo madrileño.
Son pocas las iglesias visigodas que quedan en pie hoy en día en la península ibérica, motivado quizá no solo por el paso del tiempo, sino también porque estas iglesias no fueron construidas por los visigodos hasta el siglo VII, solo un siglo antes de la invasión musulmana. Prácticamente ya no queda nada de las grandes iglesias visigodas ubicadas en los principales centros urbanos del pueblo visigodo, como fueron Tarragona, Toledo, Mérida o Sevilla, quedando solo de ellas algunas columnas, pilastras y canceles.
El arte y la arquitectura visigoda bebe de la tradición romana y paleocristiana además de tener claras influencias del arte bizantino, siendo los principales elementos de la arquitectura visigoda los arcos de herradura y de medio punto, sus capiteles de orden corintio y sus ventanas bíforas con celosías de piedra calada. El templo visigodo suele estar formado por una basílica latina con tres naves y un ábside cuadrado, todo ello construido por grandes bloques de piedra perfectamente cortados y escuadrados, colocados todos ellos en hiladas irregulares y unidos por argamasa.
Realizar una ruta para visitar todos estos templos es harto difícil ya que se encuentran muy dispersos unos de otros, por lo que os recomendamos que los visitéis cuando estéis cerca de ellos en algunos de vuestros viajes. De hecho este ha sido nuestro proceder para conocer estas siete iglesias visigodas, junto con la cripta también de origen visigodo de la Catedral de Palencia, auténticas joyas arquitectónicas que bien merecen el viaje para conocerlas.
Son pocas las iglesias visigodas que quedan en pie hoy en día en la península ibérica, motivado quizá no solo por el paso del tiempo, sino también porque estas iglesias no fueron construidas por los visigodos hasta el siglo VII, solo un siglo antes de la invasión musulmana. Prácticamente ya no queda nada de las grandes iglesias visigodas ubicadas en los principales centros urbanos del pueblo visigodo, como fueron Tarragona, Toledo, Mérida o Sevilla, quedando solo de ellas algunas columnas, pilastras y canceles.
El arte y la arquitectura visigoda bebe de la tradición romana y paleocristiana además de tener claras influencias del arte bizantino, siendo los principales elementos de la arquitectura visigoda los arcos de herradura y de medio punto, sus capiteles de orden corintio y sus ventanas bíforas con celosías de piedra calada. El templo visigodo suele estar formado por una basílica latina con tres naves y un ábside cuadrado, todo ello construido por grandes bloques de piedra perfectamente cortados y escuadrados, colocados todos ellos en hiladas irregulares y unidos por argamasa.
Realizar una ruta para visitar todos estos templos es harto difícil ya que se encuentran muy dispersos unos de otros, por lo que os recomendamos que los visitéis cuando estéis cerca de ellos en algunos de vuestros viajes. De hecho este ha sido nuestro proceder para conocer estas siete iglesias visigodas, junto con la cripta también de origen visigodo de la Catedral de Palencia, auténticas joyas arquitectónicas que bien merecen el viaje para conocerlas.
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Basílica de Santa Lucía del Trampal, Extremadura
Hemos decidido comenzar esta ruta virtual por el templo situado más al sur, es decir, la Basílica de Santa Lucía del Trampal, situada en las inmediaciones del pequeño pueblo cacereño de Alhúescar. Para encontrar los orígenes de esta basílica hay que remontarse hasta mediados del siglo VII, cuando fue construida en una única fase para convertirse en una iglesia monacal visigoda.
El templo actual está compuesto por dos partes bien diferenciadas; por una lado la cabecera con sus tres capillas, que es lo que queda del templo visigodo, y por otra un amplio crucero. El cuerpo de la iglesia, de una sola nave, está ligado a la cabecera visigoda, pero es de una fecha posterior pues fue construida posiblemente entre los siglos XIV y XV. Pero, para saber más sobre esta basílica tenemos la posibilidad de visitar el centro de interpretación de la Basílica de Santa Lucía del Trampal, situado justo al lado de este magnífico templo, donde a través de paneles y de un vídeo explicativo conoceremos con todo detalle toda su historia y sus elementos arquitectónicos más importantes.
Para la construcción de este templo se utilizaron sillares de una anterior construcción de siglo VI a.C., y que por una serie de inscripciones y epígrafes se sabe que estaba dedicada a una antigua deidad prerromana llamada Ataecina, una diosa a la que rendían culto algunas poblaciones celtíberas. Su nombre está relacionado con la noche, y se sabe que esta deidad fue asimilada por los romanos con el nombre de Proserpina, diosa de las profundidades. Esta diosa parece tener relación con la cercana fuente del Trampal, que da nombre a esta basílica, pues por ella surge el agua subterránea que fertiliza la tierra.
El templo actual está compuesto por dos partes bien diferenciadas; por una lado la cabecera con sus tres capillas, que es lo que queda del templo visigodo, y por otra un amplio crucero. El cuerpo de la iglesia, de una sola nave, está ligado a la cabecera visigoda, pero es de una fecha posterior pues fue construida posiblemente entre los siglos XIV y XV. Pero, para saber más sobre esta basílica tenemos la posibilidad de visitar el centro de interpretación de la Basílica de Santa Lucía del Trampal, situado justo al lado de este magnífico templo, donde a través de paneles y de un vídeo explicativo conoceremos con todo detalle toda su historia y sus elementos arquitectónicos más importantes.
Para la construcción de este templo se utilizaron sillares de una anterior construcción de siglo VI a.C., y que por una serie de inscripciones y epígrafes se sabe que estaba dedicada a una antigua deidad prerromana llamada Ataecina, una diosa a la que rendían culto algunas poblaciones celtíberas. Su nombre está relacionado con la noche, y se sabe que esta deidad fue asimilada por los romanos con el nombre de Proserpina, diosa de las profundidades. Esta diosa parece tener relación con la cercana fuente del Trampal, que da nombre a esta basílica, pues por ella surge el agua subterránea que fertiliza la tierra.
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Iglesia de Santa María de Melque
Nos vamos dirigiendo más hacía el norte hasta llegar a la provincia de Toledo, más concretamente a las afueras del pequeño pueblo de San Martín de Montalbán, donde se encuentra la iglesia de Santa María de Melque. Esta iglesia formaba parte de un gran conjunto monástico construido entre los siglos VII y VIII sobre los restos de una antigua villa romana, de la que se han conservado algunas partes del acueducto que proveía de agua a esta antigua población.
La iglesia tiene forma de cruz latina con tres naves culminadas en tres ábsides de planta cuadrada, sin duda herencia de las primeras construcciones cristianas de Oriente Próximo. La decoración exterior es bastante austera, distinguiéndose solo sus frontones triangulares, sus ventanas en forma de herradura que recuerdan a la cabecera de la iglesia de San Juan de Baños, y las particulares esquinas redondeadas de sus cuatro fachadas que le dan el aspecto de pseudo columnas. De época posterior es la torre construida en el siglo X por los musulmanes, y que hoy en día está parcialmente derruida.
Lo que más sorprende del interior de Santa María de Melque es la superposición de sus arcos de herradura y el efecto de la luz que entra por la ventana del ábside, algo realmente fantástico. Antes de llegar al ábside se encuentran a ambos lados unas puertas que comunican con las cámaras laterales, las cuales probablemente no fuesen utilizadas como celdas, sino como pórticos para resguardarse de las inclemencias climáticas. A pocos metros de la iglesia se encuentra el centro de interpretación de Santa María de Melque y el mundo visigodo donde a través de sus paneles gráficos podremos ver la dilatada historia de esta iglesia visigoda.
La iglesia tiene forma de cruz latina con tres naves culminadas en tres ábsides de planta cuadrada, sin duda herencia de las primeras construcciones cristianas de Oriente Próximo. La decoración exterior es bastante austera, distinguiéndose solo sus frontones triangulares, sus ventanas en forma de herradura que recuerdan a la cabecera de la iglesia de San Juan de Baños, y las particulares esquinas redondeadas de sus cuatro fachadas que le dan el aspecto de pseudo columnas. De época posterior es la torre construida en el siglo X por los musulmanes, y que hoy en día está parcialmente derruida.
Lo que más sorprende del interior de Santa María de Melque es la superposición de sus arcos de herradura y el efecto de la luz que entra por la ventana del ábside, algo realmente fantástico. Antes de llegar al ábside se encuentran a ambos lados unas puertas que comunican con las cámaras laterales, las cuales probablemente no fuesen utilizadas como celdas, sino como pórticos para resguardarse de las inclemencias climáticas. A pocos metros de la iglesia se encuentra el centro de interpretación de Santa María de Melque y el mundo visigodo donde a través de sus paneles gráficos podremos ver la dilatada historia de esta iglesia visigoda.
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Orfebrería Visigoda
Sin salir de la provincia, en la ciudad de Toledo encontraremos más vestigios de la cultura visigoda, pero esta vez en arte mueble. Para ello, tendremos que acercarnos hasta la iglesia de San Román, cuyo interior alberga el Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda. En este museo encontraremos un tesoro parecido a los ya antes mencionados de Guarrazar y Torredonjimeno. Aquí podremos ver varias piezas de orfebrería como broches, collares, hebillas y anillos, junto a una buena cantidad de tallas visigodas, coronas votivas de los reyes godos y varios ajuares hallados en distintos lugares de la provincia. Además este museo también cuenta con elementos arquitectónicos, tales como capiteles de grandes columnas, maineles, canceles, frisos decorados con motivos geométricos y losas con epígrafes, junto a otras piezas.
4
Capilla de San Fructuoso de Montelius, Braga
Nuestro recorrido virtual en busca de vestigios visigodos nos hace dirigirnos bastantes kilómetros hacía el oeste, ya en tierras portuguesas, más concretamente hasta la ciudad de Braga. A las afueras de esta ciudad, en el barrio de Sao Jerónimo Real, en una pequeña plaza se encuentra adosada junto a una iglesia franciscana la Capilla de San Fructuoso de Montelius. Este edificio fue construido entre el año 656 y 665 para albergar el mausoleo de San Fructuoso, obispo de Braga en aquellas fechas. La figura de Fructuoso fue de vital importancia para comprender la espiritualidad de la Galicia sueva, además de ser el fundador de varios monasterios en los lugares en los que vivió como ermitaño en la región de El Bierzo.
La planta de esta iglesia tiene forma de cruz griega, contando con una decoración exterior bastante interesante compuesta por frontones triangulares y arquerías ciegas en los muros laterales, los cuales se alternan en triángulos y arcos de medio punto, creando de esta manera unos claroscuros realmente singulares. Este mausoleo está inspirado claramente en el mausoleo de Gala Placidia situado en Rávena, siendo bastante probable que uno de los que intervinieron en la construcción de este mausoleo procediera del norte de Italia.
Del interior hay que destacar sus capiteles de estilo corintio, además del gran friso que recorre toda la iglesia a la altura de los capiteles. También podemos ver cómo los brazos de la cruz griega se unen en el transepto, estando comunicados cada unos de ellos mediante tres arcos de herradura, siendo el central el más ancho. Por último cabe mencionar el crucero que se eleva mediante una cúpula, permitiendo la iluminación interior a través de los vanos del cimborrio.
La planta de esta iglesia tiene forma de cruz griega, contando con una decoración exterior bastante interesante compuesta por frontones triangulares y arquerías ciegas en los muros laterales, los cuales se alternan en triángulos y arcos de medio punto, creando de esta manera unos claroscuros realmente singulares. Este mausoleo está inspirado claramente en el mausoleo de Gala Placidia situado en Rávena, siendo bastante probable que uno de los que intervinieron en la construcción de este mausoleo procediera del norte de Italia.
Del interior hay que destacar sus capiteles de estilo corintio, además del gran friso que recorre toda la iglesia a la altura de los capiteles. También podemos ver cómo los brazos de la cruz griega se unen en el transepto, estando comunicados cada unos de ellos mediante tres arcos de herradura, siendo el central el más ancho. Por último cabe mencionar el crucero que se eleva mediante una cúpula, permitiendo la iluminación interior a través de los vanos del cimborrio.
Foto de Wikimedia Commons
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Iglesia de Santa Comba de Bande, Galicia
Más al norte, ya en tierras gallegas, en un valle de Orense próximo a la frontera portuguesa se encuentra la iglesia visigoda de Santa Comba de Bande. La fecha de construcción de este templo se estima que se produjo allá por el año 675, aunque en el año 872 fue reconstruida, añadiéndose o sustituyéndose del templo original elementos de estilo prerrománico. La iglesia tiene forma de cruz griega, en cuya intersección de los brazos se forma un crucero de planta cuadrada del que yergue un cimborrio prismático con un ventanal en cada uno de sus lados. En el extremo oriental se encuentra el ábside y en el occidental el pórtico, estando ambos en una posición prácticamente simétrica, aunque el elemento mas discordante se haya en la cámara situada en el costado nordeste, ya que desde su tejado plano se alza una espadaña del siglo XIX.
El interior de la iglesia es de una gran sencillez, y sus naves están cubiertas por bóvedas de medio cañón que terminan en un cuadrado central con arcos de herradura. Hay que destacar sus capiteles corintios de inspiración romana los cuales se apoyan sobre columnas de mármol negro, reutilizadas tal vez de alguna antigua construcción romana que se encontrase por la zona. También son de sumo interés las pinturas al fresco del ábside, ya que estos dibujos realizados a finales de la Edad Media han sido recientemente restaurados.
El interior de la iglesia es de una gran sencillez, y sus naves están cubiertas por bóvedas de medio cañón que terminan en un cuadrado central con arcos de herradura. Hay que destacar sus capiteles corintios de inspiración romana los cuales se apoyan sobre columnas de mármol negro, reutilizadas tal vez de alguna antigua construcción romana que se encontrase por la zona. También son de sumo interés las pinturas al fresco del ábside, ya que estos dibujos realizados a finales de la Edad Media han sido recientemente restaurados.
Foto de Wikimedia Commons
6
Iglesia de San Pedro de la Nave, Zamora
Cerca del pequeño pueblo de El Campillo, en la provincia de Zamora, se encuentra la iglesia de San Pedro de la Nave, templo construido en el siglo VII al igual que las demás iglesias visigodas de la Península Ibérica que aun se conservan. Pero este no fue su emplazamiento original, pues este templo visigodo fue construido en un valle zamorano que actualmente se encuentra bajo las aguas del pantano de Ricobayo. El destino quiso que en el año 1906 el catedrático, historiador y arqueólogo Manuel Gómez Moreno descubriera por casualidad esta iglesia en la pequeña localidad de San Pedro de la Nave, reconociendo de manera inmediata la importancia de este edificio religioso, ya que descubrió por el tipo de letra de las inscripciones que se encontraban en su interior que perteneció al periodo de la monarquía hispanovisigoda.
Este hecho propicio que la iglesia de San Pedro de la Nave no acabase bajo las aguas cuando se decidió que en este lugar se iba a ubicar el pantano antes mencionado. Para ello, desde el año 1930 hasta el año 1932 el templo fue desmontado y reconstruido piedra a piedra hasta su emplazamiento actual de la mano del arquitecto Alejandro Ferránt, cuyo proceso le permitió conocer de manera más profunda las técnicas de construcción de la arquitectura visigoda.
La planta rectangular de este templo visigodo combina en perfecta simbiosis la forma de cruz griega, situada en su mitad oriental, y la forma basilical, situada en su mitad occidental. Cuenta también con una capilla mayor orientada hacia Oriente y dos capillas más situadas una hacia el Norte y la otra hacia el Sur, en las cuales se hallan los pórticos laterales. La iglesia de San Pedro de la Nave está considerada como una de las joyas visigodas por su buena conservación arquitectónica y escultórica.
De hecho, si nos adentramos en el interior de este magnífico templo descubriremos unos formidables relieves en los frisos que recorren toda la iglesia, a la vez de unos fantásticos capiteles con escenas escultóricas donde por ejemplo veremos a San Pedro portando una cruz en su mano derecha y un libro con la inscripción «Liber» en la izquierda, o a San Pablo mostrando un rollo de cartas o epístolas. Este tipo de decoración da una idea de la madurez a la que llegaron los escultores visigodos.
Este hecho propicio que la iglesia de San Pedro de la Nave no acabase bajo las aguas cuando se decidió que en este lugar se iba a ubicar el pantano antes mencionado. Para ello, desde el año 1930 hasta el año 1932 el templo fue desmontado y reconstruido piedra a piedra hasta su emplazamiento actual de la mano del arquitecto Alejandro Ferránt, cuyo proceso le permitió conocer de manera más profunda las técnicas de construcción de la arquitectura visigoda.
La planta rectangular de este templo visigodo combina en perfecta simbiosis la forma de cruz griega, situada en su mitad oriental, y la forma basilical, situada en su mitad occidental. Cuenta también con una capilla mayor orientada hacia Oriente y dos capillas más situadas una hacia el Norte y la otra hacia el Sur, en las cuales se hallan los pórticos laterales. La iglesia de San Pedro de la Nave está considerada como una de las joyas visigodas por su buena conservación arquitectónica y escultórica.
De hecho, si nos adentramos en el interior de este magnífico templo descubriremos unos formidables relieves en los frisos que recorren toda la iglesia, a la vez de unos fantásticos capiteles con escenas escultóricas donde por ejemplo veremos a San Pedro portando una cruz en su mano derecha y un libro con la inscripción «Liber» en la izquierda, o a San Pablo mostrando un rollo de cartas o epístolas. Este tipo de decoración da una idea de la madurez a la que llegaron los escultores visigodos.
7
Iglesia de San Juan de Baños, Palencia
A pocos kilómetros de la ciudad de Palencia, en la localidad de Baños de Cerrato, se encuentra la iglesia de San Juan de Baños, el único templo visigodo del cual se sabe con certeza el año de inicio de su construcción. Este dato se sabe gracias a que en su interior se conserva una lápida con una inscripción en un latín no muy puro, donde se menciona que este templo fue construido en el año 699 por orden del rey Recesvinto, año que vendría a corresponderse al 661 de nuestra era, ya que los visigodos utilizaban un calendario diferente al nuestro.
El lugar donde se encuentra esta iglesia era ya un lugar de culto en época romana, pues aquí ya existía un templo consagrado al dios Esculapio, además de una serie de balnearios que confirman que este lugar tuvo una gran relevancia telúrica y sagrada desde tiempo inmemorial. De hecho cerca de la iglesia se encuentra la fuente-manantial de San Juan, también conocida como Fuente de Recesvinto.
Muchos especialistas aseveran que San Juan de Baños es la iglesia cristiana más antigua de España junto a la iglesia de San Pedro de la Nave, ubicada en Zamora, siendo este uno de los motivos para que fuera declarada Monumento Nacional en el año 1897. Aunque en esta iglesia se han realizado varias restauraciones, la mayoría de ellas a finales de la época gótica, aun conserva buena parte de su estructura visigótica, siendo quizás el elemento más discordante de esas reformas la espadaña que corona el pórtico, que fue añadida en el año 1865.
El cuerpo de esta iglesia está dividido en tres naves mediante arcos de herradura, con una planta ligeramente trapezoidal que va ensanchándose a medida que se aproxima al prebisterio. Los arcos de herradura se apoyan sobre columnas cilíndricas de mármol que fueron reaprovechadas del anterior templo romano, las cuales culminan en magníficos capiteles de diferente factura, pues los hay tardorromanos y visigodos, cuya decoración predominante son las formas vegetales.
Al igual que los capiteles, los frisos que recorren el interior del templo están decorados con motivos geométricos y vegetales, algunos de talla visigoda y otros recolocados de antiguos templos tardorromanos. Del interior también hay que destacar una gran pila bautismal en una de las capillas laterales que flaquean el ábside central, siendo este elemento un símbolo clásico de los ritos por inmersión.
El lugar donde se encuentra esta iglesia era ya un lugar de culto en época romana, pues aquí ya existía un templo consagrado al dios Esculapio, además de una serie de balnearios que confirman que este lugar tuvo una gran relevancia telúrica y sagrada desde tiempo inmemorial. De hecho cerca de la iglesia se encuentra la fuente-manantial de San Juan, también conocida como Fuente de Recesvinto.
Muchos especialistas aseveran que San Juan de Baños es la iglesia cristiana más antigua de España junto a la iglesia de San Pedro de la Nave, ubicada en Zamora, siendo este uno de los motivos para que fuera declarada Monumento Nacional en el año 1897. Aunque en esta iglesia se han realizado varias restauraciones, la mayoría de ellas a finales de la época gótica, aun conserva buena parte de su estructura visigótica, siendo quizás el elemento más discordante de esas reformas la espadaña que corona el pórtico, que fue añadida en el año 1865.
El cuerpo de esta iglesia está dividido en tres naves mediante arcos de herradura, con una planta ligeramente trapezoidal que va ensanchándose a medida que se aproxima al prebisterio. Los arcos de herradura se apoyan sobre columnas cilíndricas de mármol que fueron reaprovechadas del anterior templo romano, las cuales culminan en magníficos capiteles de diferente factura, pues los hay tardorromanos y visigodos, cuya decoración predominante son las formas vegetales.
Al igual que los capiteles, los frisos que recorren el interior del templo están decorados con motivos geométricos y vegetales, algunos de talla visigoda y otros recolocados de antiguos templos tardorromanos. Del interior también hay que destacar una gran pila bautismal en una de las capillas laterales que flaquean el ábside central, siendo este elemento un símbolo clásico de los ritos por inmersión.
8
Cripta de San Antolín, Catedral de Palencia
A pocos kilómetros de Baños de Cerrato, en la ciudad de Palencia, se encuentra uno de los vestigios visigodos más originales de la Península Ibérica. Para encontrarlo tenemos que dirigirnos hasta la catedral de San Antolín, también llamada la bella desconocida, denominación a toda luces justificada siendo su cripta uno de los tesoros que guarda este magnífico templo, cuyo origen visigodo la hace estar en este listado. Según sostienen algunos historiadores y arqueólogos, en el lugar donde se asienta la cripta de San Antolín ya existió antes un templo pagano de origen romano y una basílica paleocristiana, un lugar sagrado que a finales del siglo VII fue elegido por el rey godo Wamba para construir una iglesia donde depositar las reliquias de San Antolín.
Tras la invasión musulmana esta iglesia fue abandonada y olvidada, hasta que en el año 1034, según cuenta una leyenda, el rey Sancho el Mayor de Navarra durante una jornada de caza encontró una cueva donde se encontraban los restos de la iglesia visigoda. Este rey decidió reconstruir la ciudad de Palencia y respetando estos restos visigodos decidió construir sobre ella una catedral de estilo románico, siendo este templo desde entonces uno de los puntos importantes en el Camino de Santiago. Con el tiempo esta catedral románica fue sustituida por una catedral gótica, que es la que vemos hoy en día, con la fortuna de que se conservó la cripta donde se encuentran los restos de la antigua iglesia visigoda y la sala románica.
La cripta visigoda, que es la que nos interesa, es de forma rectangular y tiene una zona abovedada que al fondo contiene una triple alquería de arcos de herradura sobre columnas y capiteles romanos, la cual se comunica con la cripta románica, una nave abovedada de medio cañón reforzada por fajones, cuyo diseño está inspirado en la Arquitectura Prerrománica Asturiana. La cripta se completa con el añadido de la escalera y el brocal del pozo, ambos construidos en el siglo XVI.
Sala románica
Tras la invasión musulmana esta iglesia fue abandonada y olvidada, hasta que en el año 1034, según cuenta una leyenda, el rey Sancho el Mayor de Navarra durante una jornada de caza encontró una cueva donde se encontraban los restos de la iglesia visigoda. Este rey decidió reconstruir la ciudad de Palencia y respetando estos restos visigodos decidió construir sobre ella una catedral de estilo románico, siendo este templo desde entonces uno de los puntos importantes en el Camino de Santiago. Con el tiempo esta catedral románica fue sustituida por una catedral gótica, que es la que vemos hoy en día, con la fortuna de que se conservó la cripta donde se encuentran los restos de la antigua iglesia visigoda y la sala románica.
La cripta visigoda, que es la que nos interesa, es de forma rectangular y tiene una zona abovedada que al fondo contiene una triple alquería de arcos de herradura sobre columnas y capiteles romanos, la cual se comunica con la cripta románica, una nave abovedada de medio cañón reforzada por fajones, cuyo diseño está inspirado en la Arquitectura Prerrománica Asturiana. La cripta se completa con el añadido de la escalera y el brocal del pozo, ambos construidos en el siglo XVI.
Cripta visigoda
9
Ermita de Santa María, Quintanilla de las Viñas
Este viaje virtual culmina en la provincia de Burgos, en un bello lugar conocido como Tierra de Lara, una de las mejores comarcas para conocer el patrimonio arquitectónico medieval, pues aquí se encuentran, a parte de esta joya visigoda, los monasterios de Santo Domingo de Silos y San Pedro de Arlanza junto a la ciudad medieval de Covarrubias. Cerca del pueblo de Quintanilla de las Viñas se encuentra la ermita de Santa María, edificio que durante un cierto tiempo no se sabía con certeza si era visigodo o prerrománico, aunque en la actualidad la mayoría de expertos la consideran visigoda, pues se cree que fue construida en el siglo VII.
Todo evidencia que este pequeño templo debió pertenecer a un monasterio, siendo esta ermita una pequeña parte de un templo que en su origen tenía una planta de tres naves con un pórtico flanqueado por dos habitaciones, un transepto con dos cámaras y un ábside de planta rectangular. Estas naves debieron desplomarse en el siglo XIV, conservándose sólo la cabecera de planta rectangular y el transepto. El exterior de esta ermita cuenta con unos fantásticos frisos que rodean todo el edificio, los cuales están decorados con racimos de uvas y palmetas junto a figuras de distintas aves y cuadrúpedos, apreciándose entre otros las figuras de leopardos o grifos. También se pueden ver tres enigmáticos monogramas de estilo bizantino cuya interpretación son aún una incógnita.
Nada mas penetrar al interior de este templo nos invade una sensación de estrechez siendo este el espacio que corresponde al transepto y al ábside, y como suele ser común en los templos visigodos la sobriedad es palpable. Pero entre esta sobriedad resalta el arco triunfal, una de las mejores muestras del arte visigodo, no en vano este arco con forma de herradura es el de talla mas perfecta que se ha encontrado. De este arco también destaca su decoración esculpida muy similar a la decoración de los frisos exteriores, pero más interesante es el esculpido de los dos bloques que sustentan el arco. El bloque de la derecha muestra dos ángeles sujetando una especie de medallón en cuyo interior se halla un busto humano, de cuya cabeza parece salir una especie de rayos junto con una inscripción con la palabra "SOL" escrito en visigodo.
En el bloque de la izquierda también se encontraban dos ángeles, pero solo podemos ver a uno de ellos, pues parte de este bloque ha sido arrancado. Lo que si se puede apreciar es que estos dos ángeles también sujetaban una especie de medallón con un busto humano en su interior, con la diferencia de que en la cabeza de este personaje surge una media luna y una inscripción con la palabra "LUNA" en letra visigoda. Hay otros dos bloques de piedra que tienen dibujos esculpidos situados en el suelo del altar mayor, demostrando todo este conjunto de grabados que el culto en esta iglesia estaba muy cercano al gnosticismo o al arrianismo siendo esta segunda opción la mas probable, ya que los dibujos de estos bloques de piedra parecen estar muy relacionados con las representaciones astrales de las antiguas tradiciones cristianas que muy bien definió San Isidoro en su "Tratado de la naturaleza".
Todo evidencia que este pequeño templo debió pertenecer a un monasterio, siendo esta ermita una pequeña parte de un templo que en su origen tenía una planta de tres naves con un pórtico flanqueado por dos habitaciones, un transepto con dos cámaras y un ábside de planta rectangular. Estas naves debieron desplomarse en el siglo XIV, conservándose sólo la cabecera de planta rectangular y el transepto. El exterior de esta ermita cuenta con unos fantásticos frisos que rodean todo el edificio, los cuales están decorados con racimos de uvas y palmetas junto a figuras de distintas aves y cuadrúpedos, apreciándose entre otros las figuras de leopardos o grifos. También se pueden ver tres enigmáticos monogramas de estilo bizantino cuya interpretación son aún una incógnita.
Nada mas penetrar al interior de este templo nos invade una sensación de estrechez siendo este el espacio que corresponde al transepto y al ábside, y como suele ser común en los templos visigodos la sobriedad es palpable. Pero entre esta sobriedad resalta el arco triunfal, una de las mejores muestras del arte visigodo, no en vano este arco con forma de herradura es el de talla mas perfecta que se ha encontrado. De este arco también destaca su decoración esculpida muy similar a la decoración de los frisos exteriores, pero más interesante es el esculpido de los dos bloques que sustentan el arco. El bloque de la derecha muestra dos ángeles sujetando una especie de medallón en cuyo interior se halla un busto humano, de cuya cabeza parece salir una especie de rayos junto con una inscripción con la palabra "SOL" escrito en visigodo.
En el bloque de la izquierda también se encontraban dos ángeles, pero solo podemos ver a uno de ellos, pues parte de este bloque ha sido arrancado. Lo que si se puede apreciar es que estos dos ángeles también sujetaban una especie de medallón con un busto humano en su interior, con la diferencia de que en la cabeza de este personaje surge una media luna y una inscripción con la palabra "LUNA" en letra visigoda. Hay otros dos bloques de piedra que tienen dibujos esculpidos situados en el suelo del altar mayor, demostrando todo este conjunto de grabados que el culto en esta iglesia estaba muy cercano al gnosticismo o al arrianismo siendo esta segunda opción la mas probable, ya que los dibujos de estos bloques de piedra parecen estar muy relacionados con las representaciones astrales de las antiguas tradiciones cristianas que muy bien definió San Isidoro en su "Tratado de la naturaleza".
24 Comentarios
Que buena recopilación, precisamente esta semana he subido san Juan de Baños. Yo añadiria a la lista la de Santa María de Lebeña, a mi me enamoró. Un beso
ResponderEliminarYa he visto tu artículo de San Juan de Baños, en cuanto a la iglesia de Santa María de Lebeña es prerrománica, de estilo mozárabe, por eso no está en el listado
EliminarHola Belén,
ResponderEliminarFelicidades por el post, un recorrido genial por los templos visigodos sin duda. No conozco ninguno así que tomo buena nota, la cripta de la catedral de Palencia es preciosa y el museo de la iglesia San Román me parece de lo más interesante.
Un saludo y gracias por la información.
Muchas gracias Maruxaina. Ha sido todo producto de los viajes que hemos ido realizando, en los que aprovechábamos para visitar una iglesia visigoda que estuviera en ese recorrido. La cripta de la catedral de Palencia es la que más nos ha gustado y tenía que estar en este listado. Un saludo
EliminarPrecioso recorrido en busca de la belleza y la sencillez unidas en estas bonitas iglesias. De algunas no había oído ni hablar (gracias por descubrírmelas) y otras si las he visitado, cómo San Juan de Baños o San Pedro de la Nave. Un saludo y buen fin de semana.
ResponderEliminarSi te gustan estas iglesias no dejes de visitar las que no conoces, son una pasada. Un saludo
Eliminar¡Uy como me gustaría hacer esa ruta de templos!¡Y qué completo el posteo! Valoro mucho que hayas puesto datos técnicos (días y horarios de apertura, etc) porque es lo que uno termina buscando siempre a último momento.
ResponderEliminarNos gusta poner datos técnicos porque nos parece un dato importante saber si se puede visitar, si es gratuita...
EliminarBufff, pero qué merito tiene este artículo. No solo está excelentemente documentado y escrito, sino que has hecho una guía completísima de los templos visigodos en España. Valoro muchísimo este tipo de posts. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Sergio. El mérito es todo de Ramón, la otra mitad del blog. Un abrazo
EliminarJolin, pues creo que no conocía casi ninguna. Una pena que estén tan distantes unas de otras, así no se puede hacer una ruta de un fin de semana para conocerlas... aunque sí es una buena excusa para hacer 9 fines de semana de iglesias visigodas :D
ResponderEliminarHola Mar, mas escusas para viajar jajaja. La verdad que son unas autenticas joyas, así que te recomiendo que las visites, seguro que no te dejan indiferente. Un saludo.
ResponderEliminarQue maravilla de post. La verdad es que hay bien poco escrito de arte visigdo y es una pena. Llegar a estos lugares no siempre resulta fácil. Yo, en realidad, solo conozco Santa María de Melque, además del Museo de los Concilios de Toledo.
ResponderEliminarMe ha encatado, especialmente, San Pedro de la Nave y estas bellísimas columnas con capites que muestras en la foto.
Muchas gracias Jordi. Quedan muy pocos templos en España y localizamos donde estaban para poder ir a visitarlos, hay algunos que nos costó encontrar. Son una maravilla y eso es lo que hemos querido transmitir en este post.
EliminarQué gran página sobre viajes y experiencias. Es increíble viajar conociendo la cultura y la historia del lugar que se visita.
ResponderEliminarRecientemente he hecho un vídeo sobre la historia de los visigodos en la Península, por si fuera de utilidad a algún viajero para conocer un poco más sobre las raíces que tenemos.
https://youtu.be/SdoKr9wSNXg
Ante todo, muchas gracias y un fuerte abrazo.
Muchas gracias por tus palabras.
EliminarEcho muy en falta en esta relación la de Idanha-a-Velha, ya que está considerada la única catedral visigoda de la península :(
ResponderEliminarMuchas gracias por la información, para un proximo viaje por esa zona sera una visita obligada.
EliminarLA CAPILLA DE SAN PEDRO BALSEMAO CERCA DE LAMEGO, EN PORTUGAL, MERECE UNA VISITA
ResponderEliminarGracias. lo apuntamos
EliminarLa ermita de Coruña del Conde, Burgos, aunque no la he visitado tiene muy buena pinta en los reportajes.
ResponderEliminargracias, Lo apuntamos
EliminarGRACIAS!, Un trabajo magnífico. He visitado los templos reseñados durante los últimos años, (algunos varias veces), y todos ellos son de obligada visita.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
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