El Antiguo Egipto está más cerca de lo que creemos, solo hay que visitar la ciudad de Madrid para comprobarlo y no estamos hablando del Museo Arqueológico, el cual completa una magnífica visión del mundo egipcio. En el Parque del Oeste, más concretamente en la Montaña del Principe Pío, junto al Paseo del Pintor Rosales se encuentra el Templo de Debod, una construcción de unos 2.200 años de antigüedad.
Un regalo monumental a la ciudad de Madrid
Os preguntaréis cual es la razón de porque este templo perteneciente a una de las civilizaciones más enigmáticas del mundo ha podido llegar al corazón de Madrid. Para ello hay que remontarse a la década de los años 60, cuando la Unesco organizó una campaña para recuperar los templos de la región de Nubia, ya que por aquellas fechas se comenzaba la construcción de la presa alta de Asúan, haciendo que veintidós monumentos nubios pudieran quedar bajo las aguas del recién creado lago Nasser.
En esta campaña organizada por la Unesco participaron varias países, entre ellos España, y como recompensa a la ayuda ofrecida, el gobierno de Egipto regaló al español el Templo de Debod. En esta ayuda internacional para salvar estos monumentos, además de España, participaron países como Italia, Países Bajos, y Estados Unidos, recibiendo como recompensa los templos de Ellesiya, Taffa y Dendur, respectivamente.
Este regalo fue efectuado a la ciudad de Madrid en el año 1968, pero antes tuvo que ser desmontado para su traslado. Este viaje se inició en el año 1970 en las aguas del río Nilo, desde la isla de Elefantina, donde estaba ubicado este templo, hasta Alejandría. Desde el puerto de esta ciudad cruzó el mar Mediterráneo a bordo del barco Benisa, poniendo rumbo a la ciudad de Valencia.
Desde la capital del Turia salieron 90 camiones trasladando los bloques del templo hacía la ciudad de Madrid, perdiéndose en este largo viaje por mar y tierra bastantes piezas. El arqueólogo Martín Almagro Bosch y su equipo fueron los responsables de dirigir la reconstrucción del Templo de Debod en el Parque del Oeste, no estando exento este trabajo de cierta dificultad, pues buena parte de las piezas perdidas se tuvieron que construir con piedras procedentes de Salamanca. Después de dos años de trabajo el Templo de Debod fue inaugurado el 20 de julio de 1972, y como en su antigua ubicación, a orillas del río Nilo, el templo está orientado de este a oeste.
En esta campaña organizada por la Unesco participaron varias países, entre ellos España, y como recompensa a la ayuda ofrecida, el gobierno de Egipto regaló al español el Templo de Debod. En esta ayuda internacional para salvar estos monumentos, además de España, participaron países como Italia, Países Bajos, y Estados Unidos, recibiendo como recompensa los templos de Ellesiya, Taffa y Dendur, respectivamente.
Este regalo fue efectuado a la ciudad de Madrid en el año 1968, pero antes tuvo que ser desmontado para su traslado. Este viaje se inició en el año 1970 en las aguas del río Nilo, desde la isla de Elefantina, donde estaba ubicado este templo, hasta Alejandría. Desde el puerto de esta ciudad cruzó el mar Mediterráneo a bordo del barco Benisa, poniendo rumbo a la ciudad de Valencia.
Desde la capital del Turia salieron 90 camiones trasladando los bloques del templo hacía la ciudad de Madrid, perdiéndose en este largo viaje por mar y tierra bastantes piezas. El arqueólogo Martín Almagro Bosch y su equipo fueron los responsables de dirigir la reconstrucción del Templo de Debod en el Parque del Oeste, no estando exento este trabajo de cierta dificultad, pues buena parte de las piezas perdidas se tuvieron que construir con piedras procedentes de Salamanca. Después de dos años de trabajo el Templo de Debod fue inaugurado el 20 de julio de 1972, y como en su antigua ubicación, a orillas del río Nilo, el templo está orientado de este a oeste.
Una visita al interior del Templo de Debod
El interior del templo se encuentra distribuido en dos plantas y en él podemos encontrar maquetas, vídeos y proyecciones audiovisuales que nos ayudarán a comprender mejor cada unas de sus estancias, además de los jeroglíficos que en ellas se encuentran. Gracias a esta información podemos saber que este templo está dedicado a varios dioses, pero sobre todo al Dios Amón y a la Diosa Isis, ya que esta construcción se encontraba en el camino de peregrinación que conducía al Templo de File, el cual está dedicado a dicha diosa. Otros dioses se encuentran representados en distintas partes del templo, por ejemplo la capilla norte pudo estar dedicada a los Dioses Jnum y Mahesa, la capilla sur presumiblemente pudo estar dedicada al Dios Osiris. y en las capillas laterales se encuentran altares y estatuas de otros dioses de los que no sabemos sus nombres.
En la Capilla de los relieves, una de las salas más antiguas, se representan jeroglíficos que hacen referencia a ofrendas, muy comunes en el Antiguo Egipto. En ellas se ofrecían a los dioses alimentos y diversos objetos, pero también se hacían ofrendas espirituales.
Atravesando el vestíbulo interior se accede a la parte más sagrada del Templo, el Santuario o Capilla de la Naos. Esta sala originariamente contaba con dos naos, una dedicada al Dios Amón y que es la que ha llegado hasta nuestros días; y otra dedicada a la Diosa Isis que desapareció entre los años 1821 y 1827. En la hornacina, ahora vacía, se situaba la estatua del Dios, y actualmente su imagen se representa en algunas ocasiones a través de un proyector.
Al otro lado del vestíbulo, junto a la entrada, se encuentra una sala de planta rectangular llamada Mammisi, cuyo significado es Capilla del Nacimiento. Sin embargo, en otros templos este tipo de salas se encontraban decoradas con relieves, cosa que no ocurre en esta sala, pues carece de todo tipo decoración. En su interior solo se encuentra el remate del segundo pilono de este templo, que originariamente se situaba en la portada principal. En él se aprecia un relieve de un disco solar alado que representa al Dios Behedeti flanqueado por dos cobras, que en el Antiguo Egipto simbolizaban la resurrección. También se encuentran inscritos en esta piedra unos jeroglíficos cuyo significado es el siguiente:
Ya en el exterior, la sucesión de pilonos nos ofrece una sorprenderte vista de la ciudad de Madrid a través de sus arcos, piedras milenarias que tras cruzarlas, como por arte de magia, parecen trasladarnos del Antiguo Egipto al actual Madrid.
Pasear por los jardines del Templo de Debod nos hará descubrir uno de los mejores miradores de Madrid, donde obtendremos unas magníficas vistas del Palacio Real y la Catedral de la Almudena, dos de los monumentos que se encuentran en esta ruta por Madrid, siendo un complemento perfecto junto con la visita al mágico y milenario Templo de Debod.
En la Capilla de los relieves, una de las salas más antiguas, se representan jeroglíficos que hacen referencia a ofrendas, muy comunes en el Antiguo Egipto. En ellas se ofrecían a los dioses alimentos y diversos objetos, pero también se hacían ofrendas espirituales.
Sala de los Relieves |
Atravesando el vestíbulo interior se accede a la parte más sagrada del Templo, el Santuario o Capilla de la Naos. Esta sala originariamente contaba con dos naos, una dedicada al Dios Amón y que es la que ha llegado hasta nuestros días; y otra dedicada a la Diosa Isis que desapareció entre los años 1821 y 1827. En la hornacina, ahora vacía, se situaba la estatua del Dios, y actualmente su imagen se representa en algunas ocasiones a través de un proyector.
Santuario o Capilla de la Naos |
Al otro lado del vestíbulo, junto a la entrada, se encuentra una sala de planta rectangular llamada Mammisi, cuyo significado es Capilla del Nacimiento. Sin embargo, en otros templos este tipo de salas se encontraban decoradas con relieves, cosa que no ocurre en esta sala, pues carece de todo tipo decoración. En su interior solo se encuentra el remate del segundo pilono de este templo, que originariamente se situaba en la portada principal. En él se aprecia un relieve de un disco solar alado que representa al Dios Behedeti flanqueado por dos cobras, que en el Antiguo Egipto simbolizaban la resurrección. También se encuentran inscritos en esta piedra unos jeroglíficos cuyo significado es el siguiente:
Behedeti, dios grande, señor de los cielos, de plumaje multicolor. El que surge del horizonte, primero de..., que da la vida eternamente.
Ya en el exterior, la sucesión de pilonos nos ofrece una sorprenderte vista de la ciudad de Madrid a través de sus arcos, piedras milenarias que tras cruzarlas, como por arte de magia, parecen trasladarnos del Antiguo Egipto al actual Madrid.
Pasear por los jardines del Templo de Debod nos hará descubrir uno de los mejores miradores de Madrid, donde obtendremos unas magníficas vistas del Palacio Real y la Catedral de la Almudena, dos de los monumentos que se encuentran en esta ruta por Madrid, siendo un complemento perfecto junto con la visita al mágico y milenario Templo de Debod.
Visitas al Templo de Debod
La visita al interior del templo es gratuita y no hace falta reservar con antelación. Por lo general no hay que hacer colas para visitarlo, aunque si es hora punta será necesario esperar un poco, ya que el aforo está limitado a 60 personas.Dirección: Calle de Ferraz, 1 - 28008 Madrid
Horario: Se puede visitar de martes a domingos, excepto el 1 y 6 de enero y el 25 de diciembre
Del 1 de abril al 30 de septiembre: De martes a viernes de 10 a 14 y de 18 a 20; Sábados y domingos de 10.00 a 14.00
Del 1 de octubre al 31 de marzo: De martes a sábado de 9.45 a 13.45 y de 16.5 a 18.15; Sábados y domingos de 10.00 a 14.00
10 Comentarios
¿Te creerás que lo acabo de visitar hoy!? Hemos hecho una escala de 6 horas en Madrid y nos hemos acercado a ver el Museo Cerralbo y el Templo de Debod que está al lado. Aunque el día no ha sido tan soleado!
ResponderEliminarQue Casualidad! Entonces te habrá venido muy bien este post para recordad la visita de hace unas horas. Buena elección la de visitar en Madrid el Museo Cerralbo y el Templo de Debod. Saludos
EliminarMi mayor sueño es visitar Egipto, siempre ha pasado algo que lo ha impedido, así que el templo de Debod fue el primer sitio que fui a visitar la primera vez que viajé a Madrid por mi cuenta, hace ya muuuchos años. Y me encantó.
ResponderEliminarUn post muy completo y muy bien documentado.
Un saludo!
Muchas gracias Mar. Egipto es también un sueño y esperamos que en un futuro las cosas se calmen y podamos ir a visitarlo. Por ahora nos conformamos con visitar este templo que nos acercan un poco más a esa civilización. Un saludo
EliminarMe encanta el templo de Debob, uno de mis lugares preferidos de Madrid. Tiene un encanto especial y de los mejores atardeceres desde luego. Conocía su historia pues también lo he visitado varias veces por dentro, muy curioso.
ResponderEliminarUn saludo
No hemos tenido la ocasión de presenciar un atardecer en el Templo de Debod, tiene que ser mágico. La historia de este templo y todo lo que tiene que ver con el Antiguo Egipto nos encanta. Esperamos poder visitar Egipto en un futuro. Saludos
EliminarEs uno de los lugares que más me gustan de Madrid. Y como dice La Cosmopolilla, los atardeceres junto al templo, son espectaculares!!!
ResponderEliminarPues vamos a tener que acercarnos a Madrid un día, solo para disfrutar del atardecer en el Templo de Debod. Saludos
EliminarHola, y yo que he estado en Madrid cantidad de veces y no lo conocía, me has dejado algo que visitar la próxima vez que vaya. Gracias
ResponderEliminarMe alegra que te hayamos descubierto este lugar.
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