La cueva de Can Marça tiene una antigüedad de más de 100.000 años y se formó por fallas telúricas. Ha pasado por glaciaciones y calores tropicales, estando en la actualidad casi fosilizada, salvo en las más profundas galerías, donde el goteo continúa formando bellas estalactitas y estalagmitas. En las formas geológicas quedan patentes el transcurso de las aguas subterráneas, que durante miles de años han formado las fosilizadas cascadas y cursos de agua.
En los años 70 llegó a la población de Sant Miquel el espeleológo belga Jean Pierre Van Der Abeelle, interesándose por la cueva. Los habitantes de Sant Miquel le ayudaron a localizarla en los acantilados del puerto, explorando sus galerías y ubicando sus diversas entradas. Poco tiempo después comenzaron los trabajos para hacer posible la accesibilidad y las posteriores visitas, quedando muchos tramos de la cueva inexplorados debido a la estrechez de las aberturas.
Al adentrarnos en una cueva nos sumergimos en el mismo órgano interno y profundo de la tierra, donde quizá la madre tierra guarde muchos de sus secretos. ¿Será por eso que nos fascinan tanto?.
En un momento del recorrido se apagan las luces para poder contemplar unas pequeñas lagunas naturales formadas en la roca, iluminadas por una luz verde, sumergiéndonos así en un mundo fantástico.
En los años 70 llegó a la población de Sant Miquel el espeleológo belga Jean Pierre Van Der Abeelle, interesándose por la cueva. Los habitantes de Sant Miquel le ayudaron a localizarla en los acantilados del puerto, explorando sus galerías y ubicando sus diversas entradas. Poco tiempo después comenzaron los trabajos para hacer posible la accesibilidad y las posteriores visitas, quedando muchos tramos de la cueva inexplorados debido a la estrechez de las aberturas.
Al adentrarnos en una cueva nos sumergimos en el mismo órgano interno y profundo de la tierra, donde quizá la madre tierra guarde muchos de sus secretos. ¿Será por eso que nos fascinan tanto?.
En un momento del recorrido se apagan las luces para poder contemplar unas pequeñas lagunas naturales formadas en la roca, iluminadas por una luz verde, sumergiéndonos así en un mundo fantástico.
6 Comentarios
Pues aunque he estado en Ibiza no conocía la existencia de estas cuevas. Será un motivo para volver, porque la verdad es que ya hace más de 10 años que no piso la isla y me apetece de veras.
ResponderEliminarAdemás de la visita al interior de la cueva, las vistas desde el acantilado son impresionantes. Si vuelves a Ibiza te recomiendo que la visites. Saludos
EliminarMe encanta!Estuve en Ibiza hace bastantes años y no conocí esta cueva, así que me la apunto porque tengo muchas ganas de volver a la isla!!
ResponderEliminarUn saludo y feliz año!
Gracias Maruxainaysumochila por tu comentario, feliz año.
EliminarOh, increíble, me encanta visitar cuevas, tienen ese algo que nos fascina con las estalactitas y las estalagmitas, un viaje al mundo subterráneo. Esta me ha parecido preciosa ¡y ni sabía que existía! Me la apunto para cuando vaya a Ibiza, la verdad es que Baleares es mi asignatura pendiente, sólo he estado en Mallorca y un fin de semana... ¡Un abrazo!
ResponderEliminarPues cuando conozcas Menorca e Ibiza te van a encantar!!. Saludos
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