Nuestro último día en el Tirol lo vamos aprovechar visitando la garganta de Wolfsklamm (garganta del lobo) y el lago Achensee, dos lugares de una gran belleza donde el agua es la protagonista.
Cómo llegar a la Garganta de Wolfsklamm
Para llegar a la garganta nos dirigimos a la población de Stans, situada a 25 kilómetros de Innsbruck. Al final del pueblo, junto a la garganta se encuentra un aparcamiento de pago, el precio es de 5€. La garganta está abierta al publico desde Abril hasta Noviembre y el precio de la entrada cuesta 5€.
El recorrido por la garganta transcurre por unas pasarelas de madera desde donde se tienen unas impresionantes vistas del río atravesándolo. Según nos adentramos el camino en algunas zonas se va estrechando, pareciendo que la inmensa pared rocosa se te echara encima.
Es un lugar de extraordinaria belleza, donde pareces sumergirte en un mundo mágico. En el río se forman pequeñas pozas donde se concentra el agua, adquiriendo un tono verde esmeralda.
Los primeros saltos de agua nos anuncian la inminente subida, y comenzamos a subir los primeros escalones de un total de 354.
Según vamos subiendo los saltos de agua son más pronunciados, observando bellas cascadas.
Durante el recorrido atravesamos un túnel horadado en la roca, nada más atravesarlo surge ante nuestros ojos otra preciosa cascada.
A partir de aquí el desfiladero termina, pero el camino continua paralelo al cauce del río hasta la Reserva Natural de Karwendel. Este mismo camino nos lleva al convento de St. Georgenberg.
Cerca de la orilla del río se encuentran estos pequeños montículos realizados con piedras, dejadas aquí por muchos de los senderistas que han recorrido este bello lugar. Este mismo tipo de montículos también los hemos visto en una playa de Menorca, donde los visitantes también dejaron su testimonio en piedra, como también hicimos nosotros.
En lo alto de un montículo rocoso se recorta la figura del convento, señal de que tendremos que afrontar otra subida, aunque no nos importa porque bien merece la pena caminar por estos frondosos bosques de extraordinaria belleza.
Antes de llegar al convento atravesamos este largo puente construido totalmente en madera, conocido como "puente alto".
El convento de St. Georgenberg fue mencionado por primera vez en el año 950, siendo uno de los lugares de peregrinación más antiguos de Austria. Este es un lugar de poder, donde el silencio y la calma te ayudan a conectarte con tu mundo interior.
El recorrido por la garganta transcurre por unas pasarelas de madera desde donde se tienen unas impresionantes vistas del río atravesándolo. Según nos adentramos el camino en algunas zonas se va estrechando, pareciendo que la inmensa pared rocosa se te echara encima.
Es un lugar de extraordinaria belleza, donde pareces sumergirte en un mundo mágico. En el río se forman pequeñas pozas donde se concentra el agua, adquiriendo un tono verde esmeralda.
Los primeros saltos de agua nos anuncian la inminente subida, y comenzamos a subir los primeros escalones de un total de 354.
Según vamos subiendo los saltos de agua son más pronunciados, observando bellas cascadas.
Durante el recorrido atravesamos un túnel horadado en la roca, nada más atravesarlo surge ante nuestros ojos otra preciosa cascada.
A partir de aquí el desfiladero termina, pero el camino continua paralelo al cauce del río hasta la Reserva Natural de Karwendel. Este mismo camino nos lleva al convento de St. Georgenberg.
Cerca de la orilla del río se encuentran estos pequeños montículos realizados con piedras, dejadas aquí por muchos de los senderistas que han recorrido este bello lugar. Este mismo tipo de montículos también los hemos visto en una playa de Menorca, donde los visitantes también dejaron su testimonio en piedra, como también hicimos nosotros.
En lo alto de un montículo rocoso se recorta la figura del convento, señal de que tendremos que afrontar otra subida, aunque no nos importa porque bien merece la pena caminar por estos frondosos bosques de extraordinaria belleza.
Antes de llegar al convento atravesamos este largo puente construido totalmente en madera, conocido como "puente alto".
El convento de St. Georgenberg fue mencionado por primera vez en el año 950, siendo uno de los lugares de peregrinación más antiguos de Austria. Este es un lugar de poder, donde el silencio y la calma te ayudan a conectarte con tu mundo interior.
7 Comentarios
muy buenas fotos y informacion
ResponderEliminarGracias Eduardo por tus palabras.
EliminarSaludos
Unas fotos preciosas! parece un lugar mágico en el que perderse ^_^
ResponderEliminarGracias Verónica. Esta garganta es espectacular. Tuvimos que elegir entre varias que se encuentran por la zona y la verdad que no nos hemos equivocado.
EliminarSaludos Belén y Ramón
Buscando información sobre Innsbruck encontré esta página. Quizá sea un poco tarde, pero me gustaría hacer una pregunta: ¿Como ves la excursión para ir con dos niñas de 11 y 12 años? somos de Asturias y más o menos estamos de hacer senderismo y eso, pero bueno, agradecería un consejo en el sentido que sea. Muy amable, gracias de todas formas.
ResponderEliminarHola Miguel, no hay ningún problema en hacer esta ruta con tus hijas. Hay pasarelas y en algunos tramos hay que subir escaleras. Una vez que pasas la garganta el camino no tiene ninguna dificultad hasta el convento.
EliminarGracias por tu amabilidad. Más o menos están de patear monte pero bueno, nunca está de más una opinión fundada. Voy a seguir buceando por tu blog.
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