¿Qué es el silencio?, quizás es ese instante ideal para la reflexión y la meditación que generalmente requiere de lugares apartados e inhóspitos, parajes donde el tiempo parece transcurrir mas lento. Uno de esos lugares se encuentra al sur de la comarca de El Bierzo, entre las faldas septentrionales de los montes Aquilanos, y su nombre no podía ser más adecuado ya que este lugar es conocido como el Valle del Silencio. Sus escarpadas montañas, sus frondosos bosques y las aguas del rió Oza, cuyas cantarinas aguas son de los pocos sonidos que rompen el silencio del lugar, hicieron de este rincón de El Bierzo un destino ideal para eremitas y anacoretas.
Peñalba de Santiago, Valle del Silencio |
Un lugar marcado por el eremitismo
A este valle empezaron a llegar en el siglo VII un buen número de personas en busca de un retiro espiritual, un fenómeno eremítico en buena medida auspiciado por Pablo de Tebas, quien tres siglos antes decidió retirarse al desierto de La Tebaida (Egipto) en busca de un acercamiento con Dios a través de la soledad. Uno de esos cristianos que llegó al Valle del Silencio fue San Fructuoso, nacido en el seno de una familia goda perteneciente a la nobleza, que cansado de la vida cortesana decidió venir a este solitario lugar plagado de cuevas naturales. Un lugar ideal para su ansiado retiro espiritual que con el tiempo y como recordatorio de los primeros eremitas de La Tebaida, se dio a conocer como la Tebaida Berciana.
Varios siglos después, entre finales del siglo IX y principios del siglo X, otro eremita llamado San Genadio seguiría los pasos de San Fructuoso, buscando en su retiro volver a revitalizar la vida monacal de esta zona del Bierzo. Ambos dejaron una profunda huella en este valle, como veremos más adelante a través de distintos monasterios fundados por ellos. También cabe mencionar que estos dos personajes no sólo fueron conocidos por su vida eremítica, sino también por sus cargos eclesiásticos, ya que San Fructuoso llegó a ser arzobispo de Braga y San Genadio llegó a ejercer de obispo en la diócesis de Astorga.
Un valle lleno de secretos por descubrir
Este recóndito lugar de serpenteantes carreteras esconde varios puntos de interés, ya que sus valles, montes y bosques casi sin límite esconden bajo su frondosidad monasterios, cascadas, cuevas naturales y pueblos llenos de encanto que han sabido conservar su arquitectura tradicional. Todos estos elementos han hecho de este valle un lugar ideal para hacer senderismo, con varias rutas circulares que nos harán descubrir muchos de sus rincones. Una de estas rutas es el sendero circular de la Tebaida Berciana hacia Montes de Valdueza, que recorre íntegramente el Valle del Silencio durante 17 kilómetros y une los pueblos de Peñalba de Santiago y Montes de Valdueza.
» Peñalba de Santiago y su joya mozárabe
Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, Peñalba de Santiago es un pueblo rodeado por un anfiteatro de montañas cuyo trazado irregular conserva las típicas casas de piedra con tejados de pizarra, y que junto a su singular iglesia mozárabe del siglo X hizo que fuera declarado Conjunto Histórico Artístico. Entre el pulcro caserío destaca la iglesia de Santiago, que es como se llama el templo antes mencionado, construido en el año 937 gracias al Abad Salomón, quien decidió que allí reposase los restos de su antecesor San Genadio. Esta iglesia se ideó como complemento al monasterio ya existente fundado por San Genadio, quien lo construyó entre los años 909 y 916, y que le sirvió como retiro cuando dejó el obispado de Astorga. Hoy en día sólo queda en pie la iglesia, ya que del monasterio se dejó de tener noticias a mediados del siglo XIII, aunque en el año 1985 se encontraron en el lado norte de la iglesia los cimientos del antiguo monasterio.
La iglesia presenta una planta de cruz latina, cuya nave esta separada por un gran arco de herradura sostenida por dos columnas con capiteles corintios, recordando en su conjunto a las iglesias visigodas de tipo cruciforme. Pero para encontrar la característica arquitectónica que hace que este templo sea tan singular, hay que dirigirse hasta el muro sur, donde se encuentra una de las mas perfectas muestras del arte mozárabe. Se trata de una puerta con dos arcos geminados de herradura que se sustentan sobre tres columnas de mármol, cuyos capiteles están decorados con hojas de acanto. La belleza de esta puerta radica en la perfección de la talla de sus dovelas y capiteles, además de por la elegancia en sus proporciones y formas.
Tras traspasar la magnifica portada sur nos adentramos en el interior del templo donde descubriremos interesantes elementos arquitectónicos. Además del gran arco de herradura que divide la nave, también podremos contemplar sus dos ábsides y el presbiterio, todos ellos separados por arcos de herradura muy parecidos a los cordobeses del siglo IX. La colocación de sus dos ábsides es bastante inusual ya que están contrapuestos, estando el segundo de ellos orientado al sol poniente, una característica que puede avalar las teorías de algunos investigadores, que creen que el emplazamiento de este templo está relacionado con el culto al sol. Hace unos años, debajo de las diferentes capas de cal que cubrían las paredes, se han descubierto un buen número de pinturas altomedievales, todas ellas compuestas por motivos vegetales y geométricos junto a otras pinturas que simulaban ladrillos, muy parecidas a unas pinturas existentes en Medina Azahara. Estas pinturas junto a los arcos de herradura antes mencionados son una muestra irrefutable de la llegada a estos lares de maestros mozárabes procedentes del Califato Cordobés.
» Por el Valle del Silencio hacia la cueva de San Genadio y la Cascada del silencio
Siguiendo la estela de los pasos de San Genadio nos adentramos en los más profundo del Valle del Silencio para visitar la cueva donde este ermitaño se retiraba cada noche a meditar, según cuenta la tradición. La ruta circular de apenas 5 kilómetros tiene su inicio en la cantina del pueblo de Peñalba de Santiago, para después adentrarse en una zona boscosa de robles y castaños que conduce a este precioso rincón del valle. La ruta no tiene pérdida y siempre iremos siguiendo el curso del río, que a su paso forma preciosos saltos de agua, como la Cascada del Silencio, a la que podremos acercarnos cogiendo un desvío un poco antes de llegar a la cueva.
Cascada del Silencio |
La cueva siempre se encuentra abierta y forma parte de un conjunto de cuevas que fueron acondicionadas en el siglo XIX, siendo aún hoy en día un lugar visitado por peregrinos, y en cuyo interior se encuentra un pequeño altar con numerosas ofrendas donde se halla una pequeña estatua de madera que representa a San Genadio.
Cueva de San Genadio |
» Monasterio de San Pedro, Montes de Valdueza
A poco más de seis kilómetros de Peñalba de Santiago se encuentra el pequeño pueblo de Montes de Valdueza, cuya fisonomía medieval sigue en gran parte intacta. Esta población surgió alrededor del Monasterio de San Pedro, construido por San Fructuoso con la ayuda de un joven discípulo suyo llamado Baldario, siendo fundado hacia el año 635. A este ermitaño, del que ya hablamos al principio, algunos investigadores le han atribuido conocimientos herméticos, y antes de venir a esta zona ya fundó el Monasterio de Compludo, situado en este pequeño pueblo del municipio de Ponferrada.
El Monasterio de San Pedro junto con el Monasterio de Santa María de Carracedo llegaron a ser los mas importantes de la zona del Bierzo. Empezaron construyendo un pequeño oratorio dedicado a San Pedro Apóstol, de ahí su nombre, siendo la piedra angular del futuro monasterio. La vida monacal de este Monasterio siguió su curso y lo podemos comprobar con la obra Vita Sancti Fructuosi (vida de san Fructuoso), escrita por San Valerio discípulo de San Fructuoso que le sucedió como abad, llevando también una vida ascética al igual que su antecesor. San Valerio junto con su sobrino Juan amplió el cenobio, plantando en los alrededores huertos que fueron acompañados con un magnífico jardín.
En el año 714, con la invasión musulmana del Bierzo, el monasterio acabo destruido quedando sólo en pie un capitel que actualmente es utilizado como pila de agua bendita en la iglesia del monasterio. Corría el año 895 cuando San Genadio y doce discípulos suyos llegaron al monasterio encontrando sólo unas ruinas envueltas en maleza. Al año siguiente ya empezaron con una primera restauración que les permitió habitarlo, y aunque San Genadio fue nombrado obispo de Astorga, siguió con los trabajos de restauración. En estas restauraciones se amplió la iglesia y se edificaron varios eremitorios cerca del monasterio, además de restaurar la ermita de Santa Cruz levantada por Saturnino discípulo de San Valerio, concluyendo las reformas en el año 915.
En los siglos siguientes el monasterio va consolidando sus dominios, hasta que a mediados del siglo XIII cae en una profunda crisis que casi le lleva a la desaparición, aunque a finales del siglo XVI se pudieron hacer algunas reformas y ampliaciones. En el siglo XVII comenzaron las obras del nuevo claustro que sustituiría al antiguo claustro medieval, reformas que continuarían al siglo siguiente con la ampliación de la iglesia medieval. La desamortización de Mendizabal en el año 1835 supuso el fin de la vida monacal en el monasterio que junto a un incendio acaecido en el año 1846 lo dejaron en ruinas. Estas ruinas aún podemos verlas hoy en día, aunque un plan de restauración iniciado en el año 1999 hará que este monasterio a través de sus piedras mantenga vivo el recuerdo de esos primeros eremitas que llegaron al Valle del Silencio.
El precio para visitar el monasterio es de 2,5€ y el horario varía si es verano o invierno. Para más información visitar el portal de la oficina de turismo de Castilla y León.
Dónde comer en Peñalba de Santiago
La cantina es el único restaurante que encontrarás en este pueblo. Te recomendamos que reserves con antelación, ya que aunque cuenta con una terraza con vistas al valle, el restaurante es pequeño. Se come de maravilla y a un precio asequible. Nosotras pedimos los típicos pimientos rojos de El Bierzo, una tabla de quesos y unos postres caseros ríquisimos.
12 Comentarios
En unas semanas voy a estar en Ponferrada para hacer un tramo del Camino de Santiago, es una lástima que voy con los días justos porque Peñalba de Santiago y todo el Valle del Silencia tiene una pinta estupenda, por cierto ¿sabes si el nombre del pueblo tiene algo que ver con su cercanía al camino de Santiago? Saludos viajeros.
ResponderEliminarEn unas semanas voy a estar en Ponferrada y es una lástima porque voy con el tiempo justo y no voy a poder ir a Peñalba de Santiago, que tiene muy buena pinta, por cierto ¿Sabes si el nombre del pueblo tiene que ver con su cercanía al Camino de Santiago? Gracias.
ResponderEliminarBueno, la zona del Bierzo da para varios viajes, así que en la próxima visita sabes que tienes que visitar el Valle del Silencio. Pues la verdad que no lo sé, yo creo que no tiene nada que ver con el Camino de Santiago.
EliminarLa verdad es que es precioso, no conozco para nada el norte de España, y tengo amigos en León que me han hablado genial, y tengo pendiente una visita. De hecho, en estas vacaciones de septiembre tan raras, que aun no he planificado, puede que vaya por el norte de España...
ResponderEliminarSon unas vacaciones y un verano muy raros. La verdad que ahora mismo si vas por esta zona es la mejor opción.
EliminarReconozco que jamás había oído hablar ni de los Montes Aquilanos ni de este Valle del Silencio. Además de paisajes que parecen recordar a las lomas irlandesas, tiene pueblos bien bonitos. Precioso Peñalba de Santiago, por lo que veo, y esta iglesia que, como bien dice, recuerda a las visigodas.
ResponderEliminarLamento discrepar en cuanto a que los arcos de herradura y los dibujos bajo la capa de cal sean prueba irrefutable de la presencia de maestros procedentes del Califato de Córdoba.
ResponderEliminarLos arcos de herradura ya se encuentran presentes en la arquitectura visigótica, y son los árabes quienes copian lo que ya encuentran aquí en la península ibérica.
No cabe duda de que las dos aperturas exteriores del edificio tienen una estética andalusí, pero cabe más atribuirla a un intento de estilización o imitación de lo encontrado en Al Andalus en el siglo IX. No es importación de la técnica y del sistema estético califal hecho por maestros mozárabes. Es imitación hecha con técnicas y materiales vulgares por obreros locales, tal vez de repoblación, pero no necesariamente mozárabes.
Hola! Gracias por todas las informaciones. las rutas están bien señalizadas?
ResponderEliminarSi, las rutas no tienen perdida
Eliminargracias!
ResponderEliminarA medida que el sol se pone detrás de las cumbres de las montañas, el valle adquiere una belleza aún más sobrenatural. Los tonos dorados y púrpuras pintan el horizonte, y una calma aún más profunda parece envolver cada rincón. Los peregrinos a menudo se reúnen en un pequeño templo antiguo en el corazón del valle para meditar y buscar respuestas en la quietud que lo rodea.
ResponderEliminarQue bonito. Gracias
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