Con más de dos mil años de historia, la ciudad de Lugo es una de las más antiguas de toda Galicia, la muestra más palpable es la espectacular muralla romana que rodea el casco antiguo, que por aquella época era conocido con el nombre de Lucus Augusti. Esta antigua población junto con Asturica Augusta (Astorga) y Bracara Augusta (Braga) eran los tres núcleos urbanos que vertebraban el sistema político administrativo del noroeste peninsular del imperio romano.
Su catedral de grandes dimensiones, construida en el siglo XII, muestra las diferentes etapas históricas de la ciudad, pero pese a esta fantástica construcción Lugo siguió siendo eminentemente una población muy rural, hasta que en el año 1754 con la creación de las ferias de San Froilán, la ciudad poco a poco se convirtió en la gran capital agraria de Galicia. Hoy en día su casco antiguo es un compendio de diferentes estilos arquitectónicos reflejo de su dilatada historia, desde sus yacimientos y su muralla romana hasta los edificios modernistas del siglo XIX, pasando por construcciones románicas, góticas, renacentistas, barrocas y neoclásicas.
Su catedral de grandes dimensiones, construida en el siglo XII, muestra las diferentes etapas históricas de la ciudad, pero pese a esta fantástica construcción Lugo siguió siendo eminentemente una población muy rural, hasta que en el año 1754 con la creación de las ferias de San Froilán, la ciudad poco a poco se convirtió en la gran capital agraria de Galicia. Hoy en día su casco antiguo es un compendio de diferentes estilos arquitectónicos reflejo de su dilatada historia, desde sus yacimientos y su muralla romana hasta los edificios modernistas del siglo XIX, pasando por construcciones románicas, góticas, renacentistas, barrocas y neoclásicas.
El gran número de restos arqueológicos de origen romano encontrados en el subsuelo de la ciudad ha dado pie en los últimos años a crear una ruta romana para conocerlos. A través de un itinerario formado por estancias y museos de ámbito público y privado descubriremos parte del pasado romano de la ciudad, acrecentado con la celebración del Arde Lucus, una fiesta de recreación histórica que nos hará revivir la vida de la antigua Lucus Augusti. Por este motivo empezaremos nuestro itinerario por algunos de estos museos y yacimientos que nos harán conocer las raíces romanas de la que hoy llamamos Lugo.
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Muralla romana
Como símbolo de la identidad e historia de Lugo se alza la muralla romana, un gran anillo de piedra que rodea el casco antiguo de la ciudad, llamada en aquella época Lucus Augusti. Con sus dos kilómetros de perímetro fue una de las murallas más grandes de la Hispania romana, y hoy en día es la única que se conserva íntegra de todas las murallas romanas construidas por ese vasto imperio que llegó a abarcar hasta tres continentes.
Esta muralla construida a finales del siglo III llegó a contar con 85 torres de planta semicircular con diámetros que oscilaban entre los cinco y los trece metros, las cuales estaban coronadas por dos o tres pisos con varias ventanas, quedando hoy en día solo una de ellas, la conocida como Torre de A Mosqueira. Actualmente la muralla cuenta con diez puertas de las cuales solo cinco son de la época romana (Porta Nova, Porta Miña, Porta de Santiago, Porta de San Pedro y Porta Falsa).
Para una mayor compresión de esta construcción, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, sería interesante acercarse al Centro de Interpretación de la muralla ubicado en la Plaza del Campo, en el mismo centro histórico de la ciudad.
Esta muralla construida a finales del siglo III llegó a contar con 85 torres de planta semicircular con diámetros que oscilaban entre los cinco y los trece metros, las cuales estaban coronadas por dos o tres pisos con varias ventanas, quedando hoy en día solo una de ellas, la conocida como Torre de A Mosqueira. Actualmente la muralla cuenta con diez puertas de las cuales solo cinco son de la época romana (Porta Nova, Porta Miña, Porta de Santiago, Porta de San Pedro y Porta Falsa).
Para una mayor compresión de esta construcción, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, sería interesante acercarse al Centro de Interpretación de la muralla ubicado en la Plaza del Campo, en el mismo centro histórico de la ciudad.
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Piscina romana
En el año 1960, durante unas obras realizadas en la Plaza de Santa María, se descubrió en un buen estado de conservación una piscina rectangular de origen romano. En un principio los arqueólogos pensaron que se podía tratar de un baptisterio o una piscina bautismal, pero tras sucesivos estudios estos especialistas creen más probable que se trate de una pequeña piscina de agua fría (frigidarium), que podría pertenecer a un complejo termal o balneario doméstico del siglo IV d.C.
Esta piscina estaba revestida en su totalidad por mosaicos conservándose hoy en día una buena parte de ellos. Estos mosaicos están decorados con bandas de triángulos equilateros, aunque en el ábside norte se encuentra representada una serpiente que se muerde su propia cola, un símbolo conocido como el uróboro, que han sido utilizado por diversas culturas desde al menos 3.000 años, y que simboliza el ciclo eterno como representación del renacer de las cosas que nunca desaparecen, sino que solo se transforman. El ábside sur también cuenta con otro motivo decorativo cuya representación es un semicírculo inscrito en otro mayor y unido a él por líneas radiales.
Esta piscina estaba revestida en su totalidad por mosaicos conservándose hoy en día una buena parte de ellos. Estos mosaicos están decorados con bandas de triángulos equilateros, aunque en el ábside norte se encuentra representada una serpiente que se muerde su propia cola, un símbolo conocido como el uróboro, que han sido utilizado por diversas culturas desde al menos 3.000 años, y que simboliza el ciclo eterno como representación del renacer de las cosas que nunca desaparecen, sino que solo se transforman. El ábside sur también cuenta con otro motivo decorativo cuya representación es un semicírculo inscrito en otro mayor y unido a él por líneas radiales.
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Domus del Mitreo
Junto a la Puerta de Santiago, frente a la catedral, se encuentra el Domus del Mitreo, un museo propiedad de la Universidad de Santiago y del Ayuntamiento de Lugo donde a través de un espacio de 700m2 conoceremos uno de los conjuntos arqueológicos mejor conservados de la ciudad. Estos restos pertenecen a una domus o casa romana de la que se conservan varias estancias organizadas alrededor de un patio empedrado y porticado, donde se hallan pinturas murales tanto en las paredes como en el techo.
Una de las estancias era un templo dedicado a Mitra cuya datación se corresponde a la época del emperador Caracalla (211 - 217 d.C.). Esta datación se sabe por el hallazgo de una inscripción conmemorativa dedicada a Mitra, un dios solar de origen persa. Con la construcción de la muralla a finales del siglo III d.C. la casa se vio muy afectada lo que hizo que al final se abandonase, quedando únicamente en uso el templo
Una de las estancias era un templo dedicado a Mitra cuya datación se corresponde a la época del emperador Caracalla (211 - 217 d.C.). Esta datación se sabe por el hallazgo de una inscripción conmemorativa dedicada a Mitra, un dios solar de origen persa. Con la construcción de la muralla a finales del siglo III d.C. la casa se vio muy afectada lo que hizo que al final se abandonase, quedando únicamente en uso el templo
Foto de Wikimedia Commons
Visitas: Abierto de martes a sábado de 11 a 14 y de 17 a 20. Domingos y festivos de 11 a 14. Los lunes permanece cerrado. Los primeros miércoles del mes la entrada es gratuita, el resto de los días se puede visitar previo pago de 3€.
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Casa de los mosaicos
La casa de los mosaicos se encuentra en la calle del Doctor Castro, muy cerca de donde se encontraba el antiguo foro, y se trata de los restos de una gran domus o residencia datada a finales del siglo III o principios del siglo IV d.C. Los restos están ricamente ornamentados siendo una muestra de ello un magnífico mosaico con la cabeza del dios Océanos, de hecho esta casa era y es conocida con el nombre de Domus Oceani. Cuando fue descubierta en el año 1842 los arqueólogos se quedaron sorprendidos por sus numerosas dependencias, como la gran sala de recepción (oecus) y su antesala, ambas pavimentadas con bellos mosaicos; un salón de invierno o triclinium con un hypocaustum que ejercía de calefacción y los restos de un patio interior porticado.
Otros vestigios romanos importantes en la ciudad de Lugo los podremos encontrar en el centro arqueológico de San Roque, en la sala de exposiciones Porta Miña; en el Museo Provincial de Lugo o en el Museo interactivo de la historia de Lugo (MIHL). También paseando por sus calles veremos más vestigios de la arquitectura romana como el acueducto, situado en la Rúa de San Marcos; un templo romano en el Círculo de las Artes; unos hornos cerámicos en la Rúa Nova; la calzada romana en el centro comercial Pazo de la Maza o las termas romanas, a poca distancia del puente que cruza el río Miño, que aunque remodelado también contiene restos del antiguo puente romano.
Visitas: Puedes consultar el horario en la web de Lugo. Cerrados los lunes excepto festivos. La entrada es gratuita.
Otros vestigios romanos importantes en la ciudad de Lugo los podremos encontrar en el centro arqueológico de San Roque, en la sala de exposiciones Porta Miña; en el Museo Provincial de Lugo o en el Museo interactivo de la historia de Lugo (MIHL). También paseando por sus calles veremos más vestigios de la arquitectura romana como el acueducto, situado en la Rúa de San Marcos; un templo romano en el Círculo de las Artes; unos hornos cerámicos en la Rúa Nova; la calzada romana en el centro comercial Pazo de la Maza o las termas romanas, a poca distancia del puente que cruza el río Miño, que aunque remodelado también contiene restos del antiguo puente romano.
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Catedral de Lugo
Para encontrar el origen de la catedral de Lugo, ubicada en la Plaza de Santa Maria, hay que remontarse hasta el siglo I, época en la que la ciudad se evangelizó, construyéndose en el mismo lugar donde hoy está la catedral un primitivo templo del que apenas se tienen noticias. Lo que sí se sabe con más certeza es que a mediados del siglo VIII el obispo Odario mandó realizar una restauración en ese templo originario, tal como queda atestiguado en una inscripción situada sobre la puerta que da acceso al brazo sur del crucero.
Por varias vicisitudes de la historia el edificio quedó bastante dañado por lo que se decidió reconstruirlo en el año 1129, encargándose de la dirección de las obras el maestro Raimundo de Monforte, dando inicio así al origen del actual templo. Las obras que se prolongaron durante cerca de veinte años mostraron los conocimientos que tenía el maestro de la arquitectura languedociana, ideando en su conjunto un edificio de estilo románico formado por tres naves junto a un crucero y una cabecera con tres ábsides.
El diseño de este templo tiene algunas semejanzas con respecto a la basílica de San Isidoro de León en lo que se refiere a la planta como a la decoración de algunos de los capiteles primitivos. Algunos capiteles del muro septentrional por su trazado similar a los del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, sugieren que fueron realizados por escultores pertenecientes al taller del maestro Mateo.
Con el paso de los años se fueron haciendo varias remodelaciones, siendo la primera de ellas la acaecida a principios del siglo XIV, cuando se sustituyó la primitiva cabecera por una capilla mayor y un deambulatorio con cinco capillas absidales de estilo gótico. Otras reformas importantes se realizaron a principios del siglo XVI cuando se construyó un abrigo para la portada norte, auténtica joya románica, y a finales del mismo siglo se culminó la torre del reloj. A principios del siglo XVIII se añadió el claustro, iniciado por Fray Gabriel de las Casas y terminado por Casas Nóvoa. Por último, cabe mencionar las reformas del año 1769 cuando se sustituyó la primitiva fachada románica por la que vemos hoy en día, cuyas trazas neoclásicas son obra de Julián Sánchez Bort, y las acaecidas a finales del siglo XIX cuando se culminaron las torres que flanquean la fachada, realizadas por José Elejalde bajo la dirección de Nemesio Cobreros.
El interior del templo de estilo románico tardío guarda varios elementos de interés como la capilla mayor, en el que destacan las fantásticas pinturas barrocas de José Terán y el retablo de estilo renacentista de Corniellis de Holanda; la capilla barroca de la Virgen de los Ojos Grandes, construida a mediados del siglo XVIII por Casas Nóvoa y donde se encuentra una imagen medieval en alabastro de Santa María, la primera patrona de la ciudad, y que ya fue cantada por Alfonso X El Sabio en una de sus cantigas; y por último la sillería del Coro, obra del gran escultor Francisco de Moure quien la terminó en el año 1624, y cuya característica más reseñable es su fantástica decoración.
Por varias vicisitudes de la historia el edificio quedó bastante dañado por lo que se decidió reconstruirlo en el año 1129, encargándose de la dirección de las obras el maestro Raimundo de Monforte, dando inicio así al origen del actual templo. Las obras que se prolongaron durante cerca de veinte años mostraron los conocimientos que tenía el maestro de la arquitectura languedociana, ideando en su conjunto un edificio de estilo románico formado por tres naves junto a un crucero y una cabecera con tres ábsides.
El diseño de este templo tiene algunas semejanzas con respecto a la basílica de San Isidoro de León en lo que se refiere a la planta como a la decoración de algunos de los capiteles primitivos. Algunos capiteles del muro septentrional por su trazado similar a los del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, sugieren que fueron realizados por escultores pertenecientes al taller del maestro Mateo.
Con el paso de los años se fueron haciendo varias remodelaciones, siendo la primera de ellas la acaecida a principios del siglo XIV, cuando se sustituyó la primitiva cabecera por una capilla mayor y un deambulatorio con cinco capillas absidales de estilo gótico. Otras reformas importantes se realizaron a principios del siglo XVI cuando se construyó un abrigo para la portada norte, auténtica joya románica, y a finales del mismo siglo se culminó la torre del reloj. A principios del siglo XVIII se añadió el claustro, iniciado por Fray Gabriel de las Casas y terminado por Casas Nóvoa. Por último, cabe mencionar las reformas del año 1769 cuando se sustituyó la primitiva fachada románica por la que vemos hoy en día, cuyas trazas neoclásicas son obra de Julián Sánchez Bort, y las acaecidas a finales del siglo XIX cuando se culminaron las torres que flanquean la fachada, realizadas por José Elejalde bajo la dirección de Nemesio Cobreros.
El interior del templo de estilo románico tardío guarda varios elementos de interés como la capilla mayor, en el que destacan las fantásticas pinturas barrocas de José Terán y el retablo de estilo renacentista de Corniellis de Holanda; la capilla barroca de la Virgen de los Ojos Grandes, construida a mediados del siglo XVIII por Casas Nóvoa y donde se encuentra una imagen medieval en alabastro de Santa María, la primera patrona de la ciudad, y que ya fue cantada por Alfonso X El Sabio en una de sus cantigas; y por último la sillería del Coro, obra del gran escultor Francisco de Moure quien la terminó en el año 1624, y cuya característica más reseñable es su fantástica decoración.
Capilla Mayor
Visitas: De noviembre a marzo de lunes a sábados de 11 a 18. Domingos y festivos cerrado. De abril a octubre de lunes a sábado de 11 a 19. Domingos y festivos de 11 a 18. Precio 5€
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Palacio Episcopal
Justo enfrente de la catedral se encuentra el Palacio Episcopal, edificio de estilo barroco erigido en el año 1743 bajo la prelatura del obispo Caetano Gil Taboada, motivo por el cual la puerta principal está presidida por el escudo de este religioso. Este sobrio palacio de aires rurales se levantó en el mismo lugar donde se encontraba un palacio de estilo gótico tardío del siglo XV que fue consumido por el fuego, aunque algunas partes de este antiguo edificio sobrevivieron, como por ejemplo el frontón que sobresale sobre el tejado del actual palacio. Precisamente en este frontón se encuentra el escudo de los Reyes Católicos, quienes se hospedaron en el antiguo palacio gótico los días 10, 11 y 12 de octubre del año 1496.
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Plaza do Campo y fuente de San Vicente Ferrer
También cerca de la catedral se encuentra la Plaza do Campo, un pequeña y coqueta plaza triangular presidida por la fuente de San Vicente Ferrer, un dominico y filosofo valenciano del siglo XIV quien recorrió Europa occidental a pie como predicador, siendo canonizado en el año 1455. La fuente construida en el año 1754 se complementa a la perfección con los edificios barrocos que conforman esta plaza, los cuales fueron construidos en la segunda mitad del siglo XVIII. El mismo punto donde se encuentra la Plaza do Campo ya fue desde la baja Edad Media el eje comercial de la ciudad, pues desde aquí ya partían algunas calles de origen medieval, como la Rúa Nova o Calle Nueva o la Rúa del Miño donde aún se conservan algunas casas de la Edad Media.
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Museo Provincial de Lugo y Convento de San Francisco
Este museo con una superficie aproximada de 5.000 m2 es uno de los más importantes de la ciudad, y en sus 32 salas se muestra una completísima colección de muestras arqueológicas, pinturas y esculturas junto con otras artes menores. El museo Provincial de Lugo fue creado en el año 1932 para recuperar distintos bienes del patrimonio de la provincia que se encontraban dispersos en diferentes colecciones particulares e instituciones públicas, eligiendo una de las salas del Palacio Provincial de San Marcos para ubicarlas. En el año 1957 esta colección se trasladó a la ubicación actual, las dependencias del antiguo convento de San Francisco y el edificio adjunto de nueva planta realizado por el arquitecto Manuel Gómez Román.
Las 32 salas están distribuidas en tres plantas. En la primera planta se encuentra una colección de mosaicos del siglo III que se encontraron en un solar de la calle Armañá; una completa muestra de imaginería gótica, manierista y barroca; colecciones de arte sacro y numerosas muestras de epigrafía romana y medieval, además de relojes de sol y otras piezas de piedra. En la parte alta del claustro se halla la sala de Prehistoria y Arqueología donde de manera cronológica se exponen piezas que abarcan desde el Paleolítico hasta la etapa final de la época romana. Por último, en la segunda planta se encuentra expuesta una colección de arte gallego conformada con pinturas y esculturas de los siglos XIX y XX. En el año 1997 se amplió el museo con la inauguración de un nuevo edificio con una gran sala dedicada a exposiciones temporales junto con otras dependencias destinadas como almacén.
Del antiguo convento de San Francisco aún se conserva su claustro, situado al norte de la iglesia de San Pedro, con el que originalmente se encontraba comunicado. Este claustro se terminó de construir en el año 1452, y se sabe con exactitud la fecha porque está inscrita en uno de sus arcos. El origen del nombre de este convento se debe, según cuenta la tradición, a que fue fundado por el mismo San Francisco de Asís en el año 1214 durante una hipotética peregrinación que realizó a Santiago de Compostela, aunque esta teoría no tiene una base realmente consistente que la fundamente.
La fundación real del convento no está del todo clara, y según diversos legajos el arco de fechas de su posible construcción abarca desde antes del año 1332 hasta el año 1456. El convento en el año 1835 con la desamortización de Medizábal fue cerrado por orden del Estado, ejerciendo el edificio a partir de entonces diversas funcionalidades. Hasta que en el año 1931 la iglesia fue declarada Monumento nacional por el Estado, y años más tarde, en la década de 1950 lo que aún quedaba del antiguo convento se demolió para levantar un nuevo edificio que actualmente alberga el Museo Provincial de Lugo.
Las 32 salas están distribuidas en tres plantas. En la primera planta se encuentra una colección de mosaicos del siglo III que se encontraron en un solar de la calle Armañá; una completa muestra de imaginería gótica, manierista y barroca; colecciones de arte sacro y numerosas muestras de epigrafía romana y medieval, además de relojes de sol y otras piezas de piedra. En la parte alta del claustro se halla la sala de Prehistoria y Arqueología donde de manera cronológica se exponen piezas que abarcan desde el Paleolítico hasta la etapa final de la época romana. Por último, en la segunda planta se encuentra expuesta una colección de arte gallego conformada con pinturas y esculturas de los siglos XIX y XX. En el año 1997 se amplió el museo con la inauguración de un nuevo edificio con una gran sala dedicada a exposiciones temporales junto con otras dependencias destinadas como almacén.
Del antiguo convento de San Francisco aún se conserva su claustro, situado al norte de la iglesia de San Pedro, con el que originalmente se encontraba comunicado. Este claustro se terminó de construir en el año 1452, y se sabe con exactitud la fecha porque está inscrita en uno de sus arcos. El origen del nombre de este convento se debe, según cuenta la tradición, a que fue fundado por el mismo San Francisco de Asís en el año 1214 durante una hipotética peregrinación que realizó a Santiago de Compostela, aunque esta teoría no tiene una base realmente consistente que la fundamente.
La fundación real del convento no está del todo clara, y según diversos legajos el arco de fechas de su posible construcción abarca desde antes del año 1332 hasta el año 1456. El convento en el año 1835 con la desamortización de Medizábal fue cerrado por orden del Estado, ejerciendo el edificio a partir de entonces diversas funcionalidades. Hasta que en el año 1931 la iglesia fue declarada Monumento nacional por el Estado, y años más tarde, en la década de 1950 lo que aún quedaba del antiguo convento se demolió para levantar un nuevo edificio que actualmente alberga el Museo Provincial de Lugo.
Claustro del convento
Visitas: Abierto de lunes a viertes de 9 a 21; los sábados de 10.30 a 14 y de 16.30 a 20; domingos y festivos de 11 a 14; permanecerá cerrado los días 1 y 6 de enero; martes de carnaval; 22 de mayo y 24,25 y 31 de diciembre. Entrada gratuita.
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Plaza Mayor o Plaza de España de Lugo
En la zona antigua de la ciudad se encuentra la Plaza Mayor cuya característica más reseñable son sus grandes dimensiones, producto de la ampliación realizada a la antigua plaza en el siglo XIX, cuando tras la desamortización de Mendizábal se utilizaron los terrenos que ocupaba el convento de las Agustinas Recoletas. Este punto de la ciudad, ya en tiempos medievales, era el centro de la vida cotidiana y comercial además de albergar los edificios constitucionales, aunque los edificios que vemos hoy en día son producto de la ampliación antes mencionada.
Entre los edificios que la conforman, con sus típicas casas con soportales, se encuentran edificios como el Círculo de las Artes, obra inaugurada en el año 1898 de la mano del arquitecto Luis Bellido; el antiguo seminario de San Lorenzo, que actualmente acoge el colegio de los Franciscanos o el palacio consistorial. Esta plaza además de lucir unos bellos jardines cuenta con un templete de música construido en el año 1888, junto a las figuras en bronce de los fundadores de Lugo: Paulo Fabio Máximo y César Augusto, quienes sostienen los documentos que atestiguan la fundación junto a un plano de la ciudad y una maqueta de la muralla, obra del escultor Ramón Conde.
La plaza cuenta con otro monumento en bronce dedicado al poeta Luis Pimentel, quién nació en la ciudad, siendo el autor de esta obra el escultor Otero Besteiro. Luis Pimentel, que perteneció a la generación del 27, y en cuyas poesías se observan influencias del modernismo, el existencialismo y el simbolismo francés definió esta plaza tan familiar para él como «Sala de visita de mi pueblo».
Entre los edificios que la conforman, con sus típicas casas con soportales, se encuentran edificios como el Círculo de las Artes, obra inaugurada en el año 1898 de la mano del arquitecto Luis Bellido; el antiguo seminario de San Lorenzo, que actualmente acoge el colegio de los Franciscanos o el palacio consistorial. Esta plaza además de lucir unos bellos jardines cuenta con un templete de música construido en el año 1888, junto a las figuras en bronce de los fundadores de Lugo: Paulo Fabio Máximo y César Augusto, quienes sostienen los documentos que atestiguan la fundación junto a un plano de la ciudad y una maqueta de la muralla, obra del escultor Ramón Conde.
La plaza cuenta con otro monumento en bronce dedicado al poeta Luis Pimentel, quién nació en la ciudad, siendo el autor de esta obra el escultor Otero Besteiro. Luis Pimentel, que perteneció a la generación del 27, y en cuyas poesías se observan influencias del modernismo, el existencialismo y el simbolismo francés definió esta plaza tan familiar para él como «Sala de visita de mi pueblo».
10 Comentarios
La verdad es que Lugo es mucho más interesante de lo que creía antes de visitarla. Lástima que me recibiera con una niebla monumental. No visité este Museo Provincial que comentas. Una lástima, porque veo que tiene mosaicos romanos que me gustan mucho. La casa de Mitreo, sin embargo, fue una verdadera sorpresa.
ResponderEliminarNosotros no pudimos visitar la casa de Mitreo porque ese día estaba cerrado. Pero Lugo es muy bonito y también nos pareció muy interesante.
Eliminar¡Qué maravilla de ciudad! Es cómo tener juntas a Ávila, La Palma de Gran Canaria y alguno de esos pueblos maravillosos del norte de España. Las imágenes me han ido llevando a cada uno de esos lugares y sin duda me han mostrado una preciosa ciudad (¿quién dijo que siempre llueve en Galicia? Menudo tiempo os hizo) con suficientes atractivos cómo plantearme visitarla. Muchas gracias por el post. Un abrazo.
ResponderEliminarNos hizo un tiempo buenísimo para ser Galicia. La ciudad es maravillosa y tiene una ruta super interesante que nos hará descubrir todos los restos arqueológicos romanos repartidos por la ciudad. Además de su preciosa catedral.
EliminarTe puedes creer que todavía no conocemos Lugo? La verdad es que después de leer tu post me ha encantado saber todo lo que ofrece esta ciudad de origen romano, porque además, todo lo que rodea al mundo romano nos encanta. excelente post, tengo ya claro que viajaré en breve a Lugo para conocerlo. Muchas gracias. Saludos!
ResponderEliminarOlga nos encanta que te haya gustado y te hayamos descubierto está ciudad tan bonitos que ofrece mucho.
EliminarLamentablemente no conocemos Galicia todavía, pero Lugo y sus murallas hace tiempo que las tenemos entre ceja y ceja.
ResponderEliminarAdemás me encanta visitar las ruinas romanas y los mosaicos, la casa de Mileto y de los mosaicos seguro que me hacen retroceder en el tiempo.
Muy interesante que nos dejes los horarios y precios de los lugares turísticos.
Pues si no conocéis Galicia todavía...es un pena. Es una comunidad con ciudades y lugares preciosos. Lugo seguro que os iba a gustar
EliminarPreciosa y tranquila ciudad la mía, pues aquí vivo yo,sin duda todo lo que pusisteis es más que recomendable, pero si teneis tiempo de sobra también os aconsejo ver la calzada romana y el puente romano,y por supuesto venid por arde lucus, la fiesta romana y celta, donde además de la hospitalidad de sus gentes os vais encontrar espectáculos por el centro de la ciudad como el circulo romano, quema de la fachada,bodas celtas, batallas en plena calle,campamentos romanos..y mucha gente caracterizada por la calle con la vestimenta de aquella época.Bienvenidos a Lugo.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario, ya hemos tomado nota de tus recomendaciones, pues lo mas seguro que volvamos a tu bella ciudad.
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