Una de las zonas verdes de la ciudad de Madrid es el parque de La Quinta de la Fuente del Berro, un lugar escondido y tranquilo de gran belleza, que contrasta con el ruido de la cercana M-30. Para encontrar este bello rincón hay que ir al final de la C/ Jorge Juan esquina con la C/ Enrique de Almonte, donde se encuentra la entrada principal a este parque.
Las primeras noticias de la Quinta del Berro se remontan a la primera mitad del siglo XVII, en que D. Bernardino Fernández de Velasco, duque de Frías, adquiere diversas tierras llamándola Quinta de Miraflores. Estaba compuesta de una casa, huerta, jardines, palomar, viña, frutales, estanques y cuatro fuentes. Una de sus fuentes más conocidas es la llamada Fuente del Berro que será la que le de el nombre actual al parque.
En los últimos años del siglo XIX el parque es objeto de una gran transformación, donde este espacio se le llegó a denominar los "Campos Elíseos". Los primeros signos del otoño se hacen notar en las hojas de algunos de los árboles, creando un contraste entre verdes y ocres fantástico.
La Quinta de la Fuente del Berro fue declarado Jardín artístico en el año 1941, siendo adquirido por el Ayuntamiento en el año 1948.
En el parque hay gran variedad de árboles como Olmos, Cipreses, Secuoyas, Tejos, Avellanos, Tilos, Pinos, Cedros, Hayas y Madroños, entre otras especies.
Encontramos un pequeño estanque, donde sus aguas cristalinas reflejan como un espejo el verdor de los árboles que lo rodean.
Cuenta con diversas esculturas, como esta dedicada a Enrique Iniesta, violinista español que visitó varios países antes de afincarse en Sudamérica. En todos los lugares que visitó se le reconoció su virtuosismo con el violín.
Llegamos al monumento dedicado a Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), poeta y narrador romántico. Sus escritos son de un tono intimo, de lírica profunda, donde esboza el simbolismo y modernismo característicos de su obra, siendo su trabajo más conocido el libro titulado "Rimas y leyendas"
Otra de las estatuas es la dedicada al poeta ruso Aleksandr Pushkin (1799-1837) fundador de la literatura rusa moderna.
El parque cuenta con varios desniveles salvados por escalones de piedra que llevan a los diferentes rincones de este precioso parque.
Orientados por el ruido del agua al caer llegamos a una preciosa cascada, otro de los bonitos rincones de este parque.
Los rayos del sol se reflejan en las cristalinas gotas creando un efecto plateado que se compagina con el verdor de la vegetación.
Durante el recorrido por el parque comprendemos porque en este lugar han sido levantadas figuras de poetas y músicos, sin duda ellos encontrarían ideal este sitio como fuente de inspiración para sus obras y sinfonías.
Las primeras noticias de la Quinta del Berro se remontan a la primera mitad del siglo XVII, en que D. Bernardino Fernández de Velasco, duque de Frías, adquiere diversas tierras llamándola Quinta de Miraflores. Estaba compuesta de una casa, huerta, jardines, palomar, viña, frutales, estanques y cuatro fuentes. Una de sus fuentes más conocidas es la llamada Fuente del Berro que será la que le de el nombre actual al parque.
En los últimos años del siglo XIX el parque es objeto de una gran transformación, donde este espacio se le llegó a denominar los "Campos Elíseos". Los primeros signos del otoño se hacen notar en las hojas de algunos de los árboles, creando un contraste entre verdes y ocres fantástico.
La Quinta de la Fuente del Berro fue declarado Jardín artístico en el año 1941, siendo adquirido por el Ayuntamiento en el año 1948.
En el parque hay gran variedad de árboles como Olmos, Cipreses, Secuoyas, Tejos, Avellanos, Tilos, Pinos, Cedros, Hayas y Madroños, entre otras especies.
Encontramos un pequeño estanque, donde sus aguas cristalinas reflejan como un espejo el verdor de los árboles que lo rodean.
Cuenta con diversas esculturas, como esta dedicada a Enrique Iniesta, violinista español que visitó varios países antes de afincarse en Sudamérica. En todos los lugares que visitó se le reconoció su virtuosismo con el violín.
Llegamos al monumento dedicado a Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), poeta y narrador romántico. Sus escritos son de un tono intimo, de lírica profunda, donde esboza el simbolismo y modernismo característicos de su obra, siendo su trabajo más conocido el libro titulado "Rimas y leyendas"
Otra de las estatuas es la dedicada al poeta ruso Aleksandr Pushkin (1799-1837) fundador de la literatura rusa moderna.
El parque cuenta con varios desniveles salvados por escalones de piedra que llevan a los diferentes rincones de este precioso parque.
Orientados por el ruido del agua al caer llegamos a una preciosa cascada, otro de los bonitos rincones de este parque.
Los rayos del sol se reflejan en las cristalinas gotas creando un efecto plateado que se compagina con el verdor de la vegetación.
Durante el recorrido por el parque comprendemos porque en este lugar han sido levantadas figuras de poetas y músicos, sin duda ellos encontrarían ideal este sitio como fuente de inspiración para sus obras y sinfonías.
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8 Comentarios
buen post para conocer el parque
ResponderEliminarGracias Eduardo. Este parque no viene en ninguna guía de viaje y la verdad que es un rincón de Madrid que no habría que perderse.
EliminarSaludos!!
Es verdad que es un parque poco conocido de Madrid. Casualmente hace unos días he estado por allí por primera vez y me sorprendió.
ResponderEliminarUn saludo!
Nosotros ni siquiera lo conocíamos y eso que vivimos en Madrid. Siempre hay lugares que descubrir.
EliminarSaludos, Belén y Ramón
Mira que trabajo justo enfrente y nunca he entrado a verlo!! Y por las fotos veo que es un lugar que tengo que ir a verlo.
ResponderEliminarPues no pases sin ir a visitarlo porque merece la pena. Nosotros estuvimos un día entre diario y el parque al estar vació nos dio mucho juego con el tema de las fotos.
EliminarSaludos, Belén y Ramón
Un parque muy desconocido pero de lo mejor que ver en Madrid. Junto a El Capricho son mis parques favoritos!
ResponderEliminarY tan desconocido, somos de Madrid y nunca habíamos oído hablar de él, pero con esto de la crisis comienzas a recorrer lugares que tienes alrededor y que nos pasan desapercibidos.
EliminarUn saludo, Belén y Ramón
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