De camino a Santiago de Compostela hacemos una breve parada para visitar la fervenza do Toxa, considerada la cascada más alta de Galicia con 60 metros de altura y el monasterio de Carboeiro, ambos lugares situados a tan solo 40 kilómetros de la ciudad.
Como llegar a la cascada de Toxa
Para acceder a la cascada tomamos la carretera PO-204 que une las localidades de Bandeira y Merza, y en esta misma carretera encontraremos un desvío hacia la cascada, que se convierte en pista forestal hasta una valla de madera. Aquí nosotros dejamos el coche y siguiendo el camino llegamos al pie de la cascada.
Las cataratas del Toxa disponen de miradores para contemplarlas desde distintos puntos de vista. La época más apropiada para verlas es el invierno-otoño, aunque son visibles todo el año. La cascada está situada en lo más profundo de un hermoso bosque, con pinares y otras especies autóctonas. Es de una gran belleza, y se encuentra a pocos metros de la desembocadura del Toxa con el río Deza, que da nombre a esta hermosa comarca. El agua cae con tanta fuerza que se forma una especie de niebla densa al chocar contra la pared de granito, creando una atmósfera mágica y misteriosa.
Las cataratas del Toxa disponen de miradores para contemplarlas desde distintos puntos de vista. La época más apropiada para verlas es el invierno-otoño, aunque son visibles todo el año. La cascada está situada en lo más profundo de un hermoso bosque, con pinares y otras especies autóctonas. Es de una gran belleza, y se encuentra a pocos metros de la desembocadura del Toxa con el río Deza, que da nombre a esta hermosa comarca. El agua cae con tanta fuerza que se forma una especie de niebla densa al chocar contra la pared de granito, creando una atmósfera mágica y misteriosa.
Justo aquí comienza una ruta de unos 6 kilómetros llamada del Deza que lleva hasta el monasterio de Carboeiro, que visitamos a continuación.
Monasterio de Carboeiro
El monasterio benedictino se encuentra en medio de un frondoso y maravilloso paisaje sobre un promontorio en un recodo del río Deza. Este monasterio fue fundado en el año 936, y su iglesia fue restaurada por los benedictinos en el siglo XII en estilo románico, contando con la colaboración del maestro Mateo (autor del pórtico de la Gloria, que se encuentra en la catedral de Santiago de Compostela).
Con la desamortización de Mendizábal de 1836, el conjunto monacal quedó expuesto al expolio y el abandono. Abandonado hasta hace poco, el monasterio se encuentra en fase de rehabilitación y es visitable.
Su interior sin decoración y sólo con la desnuda piedra le da un aire de austeridad, pero a la vez de grandiosidad y espaciosidad al no estar tan recargado de adornos.
La portada de la fachada de poniente posee una rica decoración vegetal junto con veinticuatro figuras de músicos con sus respectivos instrumentos musicales.
Con la desamortización de Mendizábal de 1836, el conjunto monacal quedó expuesto al expolio y el abandono. Abandonado hasta hace poco, el monasterio se encuentra en fase de rehabilitación y es visitable.
Su interior sin decoración y sólo con la desnuda piedra le da un aire de austeridad, pero a la vez de grandiosidad y espaciosidad al no estar tan recargado de adornos.
La portada de la fachada de poniente posee una rica decoración vegetal junto con veinticuatro figuras de músicos con sus respectivos instrumentos musicales.
Santiago de Compostela
La historia de Santiago de Compostela se remonta a la prehistoria, la cultura castreña, la llegada de los romanos y como punto de inflexión, el encuentro del supuesto enterramiento del Apóstol Santiago. A partir de ese momento la ciudad se conformará en torno al centro de poder representado por el arzobispo de Santiago y su representación física, la Catedral. El Camino de Santiago marcó desde entonces el devenir de la ciudad.
El Camino de Santiago sigue atrayendo desde hace más de dos milenios hacia una punta occidental de Europa a millares de peregrinos de todo el mundo por los caminos de la devoción, la curiosidad, la cultura, la búsqueda personal o cualquier otra razón.
Según una tradición medieval, como aparece por primera vez en la Concordia de Antealtares (1077), el eremita Pelayo, alertado por luces nocturnas que se producían en el bosque de Libredón, avisó al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, quien descubrió los restos de Santiago el Mayor y de dos de sus discípulos en el lugar en que posteriormente se levantaría Compostela, topónimo que podría venir de "Campus Stellae" (campo de la estrella) o más probablemente de "Composita Tella" (tierras hermosas).
En el año 1075 bajo el reinado de Alfonso VI, el obispo Diego Peláez inició la construcción de la nueva catedral románica. Esta obra se le encomendó a los maestros Bernardo el viejo y su ayudante Galperinus Robertus con medio centenar de canteros. El obispo Diego Peláez fue destituido en el año 1088, parándose las obras por algún tiempo. Cinco años más tarde las obras estaban en marcha, impulsadas por el recién nombrado administrador de la diócesis, Diego Gelmírez.
En el 1101 abandona la ciudad de Compostela el maestro Esteban dejando completadas las capillas del deambulatorio e iniciadas las obras de la fachada de las platerías. Desde este momento se continuaron con regularidad los trabajos, y durante las dos primeras décadas del siglo XII se remataron los trabajos de los brazos del crucero en el año 1111, hasta la colocación de la última piedra, que tuvo lugar en el año 1122, si atendemos a las indicaciones del Codex Calixtinus.
El maestro Mateo se hizo cargo de la dirección de obras en el año 1168 cuando inició el pórtico de la Gloria, y aunque continuaron las obras hasta buena parte del siglo XIII, se consagró definitivamente la catedral en el año 1211.
El pórtico de estilo románico se divide en tres arcos de medio punto que se corresponden con cada una de las tres naves de la iglesia, sostenidos por gruesos pilares con columnas adosadas.
El arco central es el mayor, el único que posee tímpano y está divido por una columna central, el parteluz, con la figura de Santiago. Verticalmente, la franja inferior está formada por las bases de las columnas, decoradas con animales fantásticos. La franja media está formada por columnas que sustentan las estatuas adosadas de los apóstoles, y la superior por los arcos que coronan las tres puertas. En el parteluz se encuentra la figura sedente de Santiago apóstol con un bastón de peregrino como patrón de la Basílica, el cual aparece con un pergamino donde figura escrito "Misit em Dominus" (Me envió el señor).
En las columnas de la puerta central y en las dos puertas laterales aparecen representados apóstoles, profetas y otras figuras, con sus atributos iconográficos.
La fachada principal de la catedral o fachada del Obradoiro hace alusión al taller (Obradroiro, en gallego) de canteros que funcionaba en la plaza durante la construcción de la catedral. Para proteger el pórtico de la Gloria del deterioro que estaba sufriendo por las inclemencias meteorológicas, esta fachada y sus torres ya habían tenido varias reformas desde el siglo XVI.
En el siglo XVIII se decidió construir la actual fachada barroca, obra de Fernando de Casas Novoa. Cuenta con unos grandes ventanales acristalados que permiten iluminar la antigua fachada románica. En medio del cuerpo central está Santiago apóstol y un nivel más abajo sus dos discípulos, Atanasio y Teodoro, todos vestidos de peregrinos.
Para subir hasta la entrada de la fachada se encuentra una escalera, realizada en el siglo XVII por Ginés Martínez, de estilo renacentista, en forma de rombo con dos rampas que rodean la entrada a la antigua cripta románica del siglo XII del maestro Mateo, denominada popularmente "Catedral vieja".
La fachada de las platerías es la fachada meridional del crucero de la catedral y es la única fachada románica que se conserva del antiguo templo. Se edificó entre 1103 y 1117, y durante los siglos posteriores se le han ido añadiendo elementos procedentes de otros lugares de la catedral.
La fachada de Azabachería se encuentra en la plaza de la Inmaculada o de la Azabachería, donde desemboca el último tramo urbano de los caminos Francés, Primitivo, del Norte e inglés, a través de la antigua puerta Francígena o puerta del Paraíso.
El portal románico fue construido en el año 1122, siendo demolido tras un incendio en el año 1758, salvándose algunas piezas escultóricas que fueron colocadas en la fachada de las Platerías. La nueva fue construida en estilo barroco por Lucas Ferro Caaveiro y terminada por Domingo Lois Moteagudo y Clemente Fernández Sarela en estilo neocásico, aunque conservó algunos trazados del barroco.
La fachada este o de la Quintana tiene dos puertas, la puerta Real, de estilo barroco, iniciada bajo la dirección de José de Vega y José de la Peña a mediados del siglo XVII, y finalizada por Domingo de Andrade en el año 1700. Y la puerta Santa o puerta del Perdón que es la más cercana a las escalinatas. Está generalmente cerrada con una reja y se abre solo los años jubilares, el día 31 del año anterior.
También pasamos al lado del convento de las Madres Mercedarias, templo fechado en 1673 y que tuvo como artífice a Diego Romay. Nos despedimos de esta bella y mágica ciudad donde la espiritualidad se respira en todos sus rincones.
El Camino de Santiago sigue atrayendo desde hace más de dos milenios hacia una punta occidental de Europa a millares de peregrinos de todo el mundo por los caminos de la devoción, la curiosidad, la cultura, la búsqueda personal o cualquier otra razón.
Según una tradición medieval, como aparece por primera vez en la Concordia de Antealtares (1077), el eremita Pelayo, alertado por luces nocturnas que se producían en el bosque de Libredón, avisó al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, quien descubrió los restos de Santiago el Mayor y de dos de sus discípulos en el lugar en que posteriormente se levantaría Compostela, topónimo que podría venir de "Campus Stellae" (campo de la estrella) o más probablemente de "Composita Tella" (tierras hermosas).
En el año 1075 bajo el reinado de Alfonso VI, el obispo Diego Peláez inició la construcción de la nueva catedral románica. Esta obra se le encomendó a los maestros Bernardo el viejo y su ayudante Galperinus Robertus con medio centenar de canteros. El obispo Diego Peláez fue destituido en el año 1088, parándose las obras por algún tiempo. Cinco años más tarde las obras estaban en marcha, impulsadas por el recién nombrado administrador de la diócesis, Diego Gelmírez.
En el 1101 abandona la ciudad de Compostela el maestro Esteban dejando completadas las capillas del deambulatorio e iniciadas las obras de la fachada de las platerías. Desde este momento se continuaron con regularidad los trabajos, y durante las dos primeras décadas del siglo XII se remataron los trabajos de los brazos del crucero en el año 1111, hasta la colocación de la última piedra, que tuvo lugar en el año 1122, si atendemos a las indicaciones del Codex Calixtinus.
El maestro Mateo se hizo cargo de la dirección de obras en el año 1168 cuando inició el pórtico de la Gloria, y aunque continuaron las obras hasta buena parte del siglo XIII, se consagró definitivamente la catedral en el año 1211.
El pórtico de estilo románico se divide en tres arcos de medio punto que se corresponden con cada una de las tres naves de la iglesia, sostenidos por gruesos pilares con columnas adosadas.
El arco central es el mayor, el único que posee tímpano y está divido por una columna central, el parteluz, con la figura de Santiago. Verticalmente, la franja inferior está formada por las bases de las columnas, decoradas con animales fantásticos. La franja media está formada por columnas que sustentan las estatuas adosadas de los apóstoles, y la superior por los arcos que coronan las tres puertas. En el parteluz se encuentra la figura sedente de Santiago apóstol con un bastón de peregrino como patrón de la Basílica, el cual aparece con un pergamino donde figura escrito "Misit em Dominus" (Me envió el señor).
En las columnas de la puerta central y en las dos puertas laterales aparecen representados apóstoles, profetas y otras figuras, con sus atributos iconográficos.
La fachada principal de la catedral o fachada del Obradoiro hace alusión al taller (Obradroiro, en gallego) de canteros que funcionaba en la plaza durante la construcción de la catedral. Para proteger el pórtico de la Gloria del deterioro que estaba sufriendo por las inclemencias meteorológicas, esta fachada y sus torres ya habían tenido varias reformas desde el siglo XVI.
En el siglo XVIII se decidió construir la actual fachada barroca, obra de Fernando de Casas Novoa. Cuenta con unos grandes ventanales acristalados que permiten iluminar la antigua fachada románica. En medio del cuerpo central está Santiago apóstol y un nivel más abajo sus dos discípulos, Atanasio y Teodoro, todos vestidos de peregrinos.
Para subir hasta la entrada de la fachada se encuentra una escalera, realizada en el siglo XVII por Ginés Martínez, de estilo renacentista, en forma de rombo con dos rampas que rodean la entrada a la antigua cripta románica del siglo XII del maestro Mateo, denominada popularmente "Catedral vieja".
La fachada de las platerías es la fachada meridional del crucero de la catedral y es la única fachada románica que se conserva del antiguo templo. Se edificó entre 1103 y 1117, y durante los siglos posteriores se le han ido añadiendo elementos procedentes de otros lugares de la catedral.
Plaza de las platerías |
El portal románico fue construido en el año 1122, siendo demolido tras un incendio en el año 1758, salvándose algunas piezas escultóricas que fueron colocadas en la fachada de las Platerías. La nueva fue construida en estilo barroco por Lucas Ferro Caaveiro y terminada por Domingo Lois Moteagudo y Clemente Fernández Sarela en estilo neocásico, aunque conservó algunos trazados del barroco.
Fachada de Azabechería |
Fachada de la Quintana |
La catedral de Santiago cuenta con bellas y expresivas figuras en sus fachadas.
Otro edificio emblematico de Santiago es el monasterio de San Martín Pinario que se encuentra a tan solo unos metros de la catedral, en la plaza de la Inmaculada. Fue fundado en el siglo X quedando poco de aquella época ya que fue reedificado completamente a partir del siglo XVI, es por este motivo que nos encontramos diferentes elementos renacentistas, barrocos y neoclásicos.
Otro monumento de la ciudad es el convento de San Francisco, fundado a comienzos del siglo XIII. El convento primitivo se vino abajo a comienzos del siglo XVIII, y no quedan de él más que cinco arcos apuntados que se conservan en el claustro principal, además del sepulcro de Cotolai. Su fachada de estilo barroco fue diseñada por Simón Rodriguez.Otro edificio emblematico de Santiago es el monasterio de San Martín Pinario que se encuentra a tan solo unos metros de la catedral, en la plaza de la Inmaculada. Fue fundado en el siglo X quedando poco de aquella época ya que fue reedificado completamente a partir del siglo XVI, es por este motivo que nos encontramos diferentes elementos renacentistas, barrocos y neoclásicos.
Convento de San Francisco |
6 Comentarios
muy buena la informacion
ResponderEliminarGracias macedonia de links
EliminarUn saludo Belén y Ramón
A Santiago me gustaría volver en Agosto, y así hago report ;)
ResponderEliminarPero esas cascadas han de ser impresionantes O.O parece un paraje muy bonito!!
La comarca del Deza es donde se encuentras estas impresionantes cascadas, el lugar es precioso y si juntamos que eramos los únicos que estábamos en este lugar. Santiago de Compostela lo conocemos de otros viajes y nunca te cansas de volver.
EliminarUn saludo Belén y Ramón
Pues el monasterio no lo conocía, apuntado queda!
ResponderEliminarEl monasterio está situado muy cerca de las cascadas y merece una visita.
EliminarUn saludo Belén y Ramón
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