Por el corazón del Parque Natural del Alto Tajo

Este segundo día aprovecharemos para seguir recorriendo el cauce del río Tajo y disfrutar de sus cristalinas aguas. Comenzamos cogiendo una pista forestal que sale del mismo pueblo de Peñalén dirección a Zaorejas, y a mitad de camino realizamos una parada en el Puente de Peñalén. En el lugar reina una gran tranquilidad donde solo se oye el murmullo del río y el canto de los pájaros, ideal para pasar la mañana y darnos un baño en sus limpias aguas.

El lugar es de una extraordinaria belleza con el río rodeado de acantilados y frondosos bosques.

Justo debajo del puente se encuentra un pequeño rinconcito donde dejamos las mochilas y la comida, además el puente nos resguarda de los rayos del sol.

En este punto exacto el río baja con algo de corriente, pero si queremos darnos un baño más tranquilo, justo al otro lado del puente el río es menos profundo y podemos hacer pie.

Multitud de libélulas de diferentes especies y colores revolotean en la orilla del río.

Después de comer dejamos este bello rincón y continuamos nuestra ruta por la misma pista forestal hasta llegar a un saliente desde donde se obtiene unas magníficas vistas. Desde aquí se observan algunos de los cañones y hoces del Parque Natural, que se elevan hacía el cielo tomando formas realmente singulares, como la de la imagen, en forma de agujas.

Desde aquí, por un serpenteante camino descendemos hasta un rincón oculto del cañón, donde finos hilos de agua descienden por una pared rocosa cubierta de musgo hasta caer al cauce del río.

Un pequeño paraíso oculto, donde la naturaleza nos vuelve a sorprender con su fantástica imaginación. Un lugar que debemos de cuidar y preservar.

Después de disfrutar de este bello lugar cogemos el coche y continuamos por la pista forestal hasta el pueblo de Zaorejas. Durante el camino que discurre paralelo al río observamos diversas playitas, ideales para darse un buen baño en sus aguas cristalinas.

En Zaorejas nos paramos para tomar algo y después continuamos hasta la "Dehesa de Villanueva", que se encuentra pasando el pueblo de Villanueva de Alcorón. En este lugar se puede disfrutar de su ruta ornitólogica. En la dehesa aprovechamos para merendar junto a una laguna donde pudimos observar parte de su fauna acuática, siendo las ranas la especie más abundante.

Aquí nos despedimos de este parque, un paraíso natural donde la piedra y el agua se fusionan con frondosos bosques. Naturaleza en estado puro.

* Puedes leer el primer día por el Parque Natural del Tajo

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