En la Semana Santa del 2011 teníamos decidido recorrer algunas zonas de la región de Normandía y Picardía, pero el primer día aprovechando que aterrizamos en París decidimos que no podíamos dejar la ocasión de visitar la ciudad, aunque sea de pasada. París merece una visita más detenida que esperemos podamos realizar en un futuro.
Aterrizamos en París en el aeropuerto Charles De Gaulle a las 11:00 de la mañana, y nos dirigimos al mostrador de alquiler de coches Hertz para recoger el vehículo que tenemos reservado. Después de formalizar la reserva nos dirigimos rumbo al centro de París.
El origen de este templo se remonta al siglo V, cuando Santa Genoveva adquirió las tierras colindantes e hizo construir una iglesia, la cual fue ampliada por dos veces en la época merovingia. Hacia el año 630 fue enterrado en ella San Dionisio, religioso que durante el siglo III fundó un gran número de iglesias por toda Francia, siendo el primer obispo de París de la historia.
En el transcurrir de los siglos a este templo se le siguió realizando varias reformas y añadidos, añadiéndosele hacía el año 750 un nuevo santuario, el cual fue construido por orden de Pipino el Breve. Durante la época carolingia se le añadió la iglesia en forma de basílica, compuesta por tres naves y un transepto. La misma iglesia fue renovándose con el transcurso de los años hasta el siglo XIV. Posteriormente se hicieron nuevas renovaciones en el templo, efectuadas por los arquitectos Jacques Célerier (1813-1819), François Debret (1813 - 1846) y Eugéne Viollet-le-Duc (1846-1879).
En el interior, cada una de las capillas recibe la luz a través de unos grandes ventanales gemelos decorados con vidrieras, y el abovedado adoptó la técnica de la cruz de ojiva, que permite repartir mejor la fuerza de las columnas.
El magnífico órgano de la abadía fue construido en el año 1840 por Aristide Cavaillé-Coll, el cual añadió en su obra un considerable número de innovaciones, convirtiendo este órgano en un prototipo único en el mundo, iniciándose con él la era del órgano romántico. Cuenta con sesenta y nueve juegos repartidos en tres teclados y pedalero (mas cuatro teclados manuales), conservándose casi íntegramente en su estado original.
El rosetón de la fachada meridional es de una belleza extraordinaria, ya que como un gran caleidoscopio inunda de colorida luz el interior del templo. Este elemento arquitectónico en los templos góticos es de una gran importancia, pues los rosetones además de su función decorativa también cuentan con una función simbólica, ya que los rosetones aluden también al número y a la geometría sagrada representando a la estructura del universo, siendo uno de sus principios la máxima hermética "como es arriba, así es abajo", que alude a la relación entre el microcosmos y el macrocosmos.
De camino hacia la Catedral de Notre-Dame disfrutamos del encanto de la bella y romántica ciudad de París.
Antes de llegar a la catedral pasamos por delante del Hótel de Ville, palacio construido en el siglo XVI diseñado por el arquitecto italiano Boccador. Al palacio se le realizaron varias ampliaciones entre los años 1836 y 1850, conservando de su antigua estructura la fachada renacentista.
Por estas fechas, otras catedrales góticas se iban construyendo alrededor de la Catedral de Notre-Dame, como la Catedral de Chartres, la Catedral de Reims y la Catedral de Amiens. Este movimiento arquitectónico se fue expandiendo paulatinamente por todo el continente Europeo.
A comienzos del siglo XIII se iniciaron las obras de la fachada oeste, cuyas dos torres de 69 metros de altura ofrecen la posibilidad de disfrutar de unas excelentes vistas de la ciudad de París, además de estar rodeado por las magníficas y fascinantes gárgolas que allí se encuentran. Una de las más conocidas es la llamada Stirga, gárgola realizada en el siglo XIX por Eugené Viollet-le-Duc.
La catedral surge íntimamente ligada a la idea del esplendor gótico como edificio de contacto y ascenso espiritual. Su planta en algunos de sus trazos se asemeja a la basílica de Saint-Denis. A lo largo del proceso de construcción el cual duró hasta mediados del siglo XIV, fueron varios arquitectos los que participaron en el proyecto, de ahí las diferencias estéticas presentes en el templo.
Con la llegada del romanticismo en el siglo XIX, los arquitectos Eugené Viollet-le-Duc y Jean-Baptiste-Antoine Lassus iniciaron un importante programa de restauración que se prolongó durante 23 años.
Las tres portadas de entrada están orladas con magníficas esculturas, y en el tímpano de la puerta central está representado Cristo en la gloria. Como dice el libro "El misterio de las catedrales de Fulcanelli", el pilar central, que separa en dos el vano de la entrada, ofrece una serie de representaciones alegóricas de las ciencias medievales. De cara a la plaza, aparece la alquimia representada por una mujer cuya frente toca las nubes. Es por ello, que la Catedral se nos presenta fundada en la ciencia alquímica, la antigua ciencia del sabio egipcio Hermes Trimegisto.
Las esculturas de la Catedral de Notre-Dame son de una calidad extraordinaria, las cuales expresan pasajes del antiguo y del nuevo testamento, además de una gran simbología.
El interior está compuesto por cinco naves y un crucero sencillo, y sus bóvedas ojivales están sostenidas por 75 pilares. Son dignos de admiración las antiguas vidrieras, los rosetones de la gran portada y las portadas laterales.
La luz filtrada por la vidrieras contribuye a crear una sugerente atmósfera aparentemente sobrenatural.
En la misma isla de la Cité se encuentra una de las más extraordinarias y bellas construcciones góticas, se trata de la Sainte-Chapelle.
La construcción de este magnífico edificio se debe probablemente a Pierre de Montreuil, comenzándose las obras en el año 1241, quedando culminado este maravilloso templo en el año 1248. La Sainte-Chapelle está constituida por dos capillas, la inferior o capilla baja y la superior o capilla alta.
En la decoración policroma del interior predominan el color rojo y azul que se intensifican con la luz procedente de las vidrieras.
Uno de los mejores ejemplos de la belleza de las vidrieras la encontramos en esta capilla, cuyas paredes son reemplazadas por altos ventanales que filtran la luz a través de las vidrieras policromadas, creando una extraordinaria sinfonía de luz y colores, y culminado por un techo abovedado decorado con estrellas que representa la bóveda celeste.
Estas impresionantes vidrieras están compuestas por 1.113 escenas que abarcan desde el Génesis hasta la Resurrección de Cristo.
El espectáculo de luz y color se culmina con su gran rosetón, el cual representa a un trébol de cuatro hojas.
Aterrizamos en París en el aeropuerto Charles De Gaulle a las 11:00 de la mañana, y nos dirigimos al mostrador de alquiler de coches Hertz para recoger el vehículo que tenemos reservado. Después de formalizar la reserva nos dirigimos rumbo al centro de París.
La Basílica de Saint-Denis
El primer monumento que visitamos de esta bella ciudad es la Basílica de Saint-Denis, templo célebre en la historia del arte por ser la primera que se erigió en estilo gótico. Aunque Saint-Denis tiene el estatuto de catedral desde el año 1966 se la sigue considerando como una abadía.El origen de este templo se remonta al siglo V, cuando Santa Genoveva adquirió las tierras colindantes e hizo construir una iglesia, la cual fue ampliada por dos veces en la época merovingia. Hacia el año 630 fue enterrado en ella San Dionisio, religioso que durante el siglo III fundó un gran número de iglesias por toda Francia, siendo el primer obispo de París de la historia.
En el transcurrir de los siglos a este templo se le siguió realizando varias reformas y añadidos, añadiéndosele hacía el año 750 un nuevo santuario, el cual fue construido por orden de Pipino el Breve. Durante la época carolingia se le añadió la iglesia en forma de basílica, compuesta por tres naves y un transepto. La misma iglesia fue renovándose con el transcurso de los años hasta el siglo XIV. Posteriormente se hicieron nuevas renovaciones en el templo, efectuadas por los arquitectos Jacques Célerier (1813-1819), François Debret (1813 - 1846) y Eugéne Viollet-le-Duc (1846-1879).
En el interior, cada una de las capillas recibe la luz a través de unos grandes ventanales gemelos decorados con vidrieras, y el abovedado adoptó la técnica de la cruz de ojiva, que permite repartir mejor la fuerza de las columnas.
El magnífico órgano de la abadía fue construido en el año 1840 por Aristide Cavaillé-Coll, el cual añadió en su obra un considerable número de innovaciones, convirtiendo este órgano en un prototipo único en el mundo, iniciándose con él la era del órgano romántico. Cuenta con sesenta y nueve juegos repartidos en tres teclados y pedalero (mas cuatro teclados manuales), conservándose casi íntegramente en su estado original.
El rosetón de la fachada meridional es de una belleza extraordinaria, ya que como un gran caleidoscopio inunda de colorida luz el interior del templo. Este elemento arquitectónico en los templos góticos es de una gran importancia, pues los rosetones además de su función decorativa también cuentan con una función simbólica, ya que los rosetones aluden también al número y a la geometría sagrada representando a la estructura del universo, siendo uno de sus principios la máxima hermética "como es arriba, así es abajo", que alude a la relación entre el microcosmos y el macrocosmos.
De camino hacia la Catedral de Notre-Dame disfrutamos del encanto de la bella y romántica ciudad de París.
Antes de llegar a la catedral pasamos por delante del Hótel de Ville, palacio construido en el siglo XVI diseñado por el arquitecto italiano Boccador. Al palacio se le realizaron varias ampliaciones entre los años 1836 y 1850, conservando de su antigua estructura la fachada renacentista.
La catedral de Notre-Dame de París
Notre-Dame de París es una de las catedrales francesas más antiguas de estilo gótico, y fue construida en uno de los emplazamientos de París con más historia, pues en tiempos de los celtas este lugar fue un centro de culto. Se trata de la Isla de la Cité, llamada así por encontrase rodeada por las aguas del río Sena. Con el transcurrir de los siglos en este lugar se fueron construyendo varios templos, como una iglesia altomedieval del siglo VI de nombre Saint-Etienne y posteriormente una iglesia románica. El origen del actual templo se remonta al siglo XII, más concretamente al año 1163, época de nacimiento y expansión del estilo gótico.Por estas fechas, otras catedrales góticas se iban construyendo alrededor de la Catedral de Notre-Dame, como la Catedral de Chartres, la Catedral de Reims y la Catedral de Amiens. Este movimiento arquitectónico se fue expandiendo paulatinamente por todo el continente Europeo.
A comienzos del siglo XIII se iniciaron las obras de la fachada oeste, cuyas dos torres de 69 metros de altura ofrecen la posibilidad de disfrutar de unas excelentes vistas de la ciudad de París, además de estar rodeado por las magníficas y fascinantes gárgolas que allí se encuentran. Una de las más conocidas es la llamada Stirga, gárgola realizada en el siglo XIX por Eugené Viollet-le-Duc.
La catedral surge íntimamente ligada a la idea del esplendor gótico como edificio de contacto y ascenso espiritual. Su planta en algunos de sus trazos se asemeja a la basílica de Saint-Denis. A lo largo del proceso de construcción el cual duró hasta mediados del siglo XIV, fueron varios arquitectos los que participaron en el proyecto, de ahí las diferencias estéticas presentes en el templo.
Con la llegada del romanticismo en el siglo XIX, los arquitectos Eugené Viollet-le-Duc y Jean-Baptiste-Antoine Lassus iniciaron un importante programa de restauración que se prolongó durante 23 años.
Las tres portadas de entrada están orladas con magníficas esculturas, y en el tímpano de la puerta central está representado Cristo en la gloria. Como dice el libro "El misterio de las catedrales de Fulcanelli", el pilar central, que separa en dos el vano de la entrada, ofrece una serie de representaciones alegóricas de las ciencias medievales. De cara a la plaza, aparece la alquimia representada por una mujer cuya frente toca las nubes. Es por ello, que la Catedral se nos presenta fundada en la ciencia alquímica, la antigua ciencia del sabio egipcio Hermes Trimegisto.
Las esculturas de la Catedral de Notre-Dame son de una calidad extraordinaria, las cuales expresan pasajes del antiguo y del nuevo testamento, además de una gran simbología.
El interior está compuesto por cinco naves y un crucero sencillo, y sus bóvedas ojivales están sostenidas por 75 pilares. Son dignos de admiración las antiguas vidrieras, los rosetones de la gran portada y las portadas laterales.
La luz filtrada por la vidrieras contribuye a crear una sugerente atmósfera aparentemente sobrenatural.
En la misma isla de la Cité se encuentra una de las más extraordinarias y bellas construcciones góticas, se trata de la Sainte-Chapelle.
La Sainte Chapelle
La Santa Capilla o Sainte-Chapelle esta considerada una de las obras cumbre del periodo radiante de la arquitectura gótica, la cual fue construida para albergar las reliquias adquiridas por el rey San Luis de Francia, siendo considerada como un enorme relicario, aunque actualmente el edificio no conserva ninguna de ellas.La construcción de este magnífico edificio se debe probablemente a Pierre de Montreuil, comenzándose las obras en el año 1241, quedando culminado este maravilloso templo en el año 1248. La Sainte-Chapelle está constituida por dos capillas, la inferior o capilla baja y la superior o capilla alta.
Capilla baja
Esta capilla dedicada a la Virgen está sostenida por infinidad de columnas, las cuales soportan el peso de todo el edificio. La capilla baja se caracteriza por su detallada decoración policromada, además de por sus esbeltas columnas que hacen que la bóveda parezca más ligera.En la decoración policroma del interior predominan el color rojo y azul que se intensifican con la luz procedente de las vidrieras.
Capilla Superior
La puerta de entrada de la capilla superior decorada con magníficas figuras es solo un anticipo del esplendor que guarda en su interior.Entrada a la capilla superior |
Estas impresionantes vidrieras están compuestas por 1.113 escenas que abarcan desde el Génesis hasta la Resurrección de Cristo.
El espectáculo de luz y color se culmina con su gran rosetón, el cual representa a un trébol de cuatro hojas.
12 Comentarios
Gracias por compartir tu viaje por Paris, me hiciste recordar lindos momentos en la ciudad, y gracias por compartir precios y horarios eso sirve mucho! espero pronto puedan conocer Sacré-Coeur les comparto una foto del lugar:
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/photo.php?fbid=134219686730423&set=a.129755003843558.28870.129699193849139&type=3&theater
Un abrazo!
@ColombianaViva
https://www.facebook.com/Colombianaviva1
www.colombianaviva.blogspot.com
Gracias a ti por tus palabras, nos quedamos con ganas de conocer más pero habíamos planeado recorrer algunos lugares del norte de París, esperemos que en un futuro podamos visitar esta bella ciudad.
EliminarUn saludo Belén y Ramón
Cada vez que la veo en fotos, Notredame me llama muchisimo la atención!!! ha de ser muy bonita en persona ^_^
ResponderEliminarHola, la catedral de París es impresionante.
EliminarUn saludo de Belén y Ramón
Hay que volver, buen reportaje
ResponderEliminarJejeje, hay que visitar mucho sitios.
EliminarUn saludo Belén y Ramón
Que fotografías tan bonitas, yo he tenido la suerte de estar en parís y me trae unos recuerdos preciosos. Un beso y espero ver más!! Un beso.
ResponderEliminarGracias, esperamos en un futuro volver para recorrer mas a fondo París, pero por el momento nos conformamos con esta breve visita, que para estar unas horas fue intensa.
EliminarUn saludo, Belén y Ramón
Qué buenos recuerdos de mi visita a París, preciosa ciudad. Casualmente yo también estuve en abril del 2011, unos días antes que vosotros. Todo el mundo hablando del frío de París y la lluvia y nos hicieron unos días de primavera fabulosos. Espero repetir mi visita porque me quedaron muchas cosas por ver.
ResponderEliminarUn saludo!
A nosotros también nos hizo calor ese día, pues para ser la primera que vamos elegimos bien el día, jejeje. Tenemos que volver porque nos quedó muchísimos rincones por descubrir.
EliminarUn saludo, Belén y Ramón
Sainte Chapelle es impresionante. Es un lugar que sorprende a cualquiera. Y Saint Denis es un lugar poco visitado porque no se encuentra demasiado céntrico pero desde luego merece la pena!
ResponderEliminarNosotros en principio era lo único que íbamos a visitar en París, la basílica de Saint Denis, alquilábamos el coche en el aeropuerto Charles de Gaulle y como nuestro objetivo estaba al norte de París, esta basílica nos pillaba cerca, pero al final cambio de planes y en unas cuantas horas visitamos estos lugares.
EliminarUn saludo Belén y Ramón
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