Cerca del pueblo de Trespuentes, y a unos 12 kilómetros de Vitoria, se encuentra el Jardín Botánico de Santa Catalina, un paraíso natural de 30.000 metros cuadrados en el que se hallan las ruinas de un monasterio cuyo origen se remonta al siglo XIV. Este extenso jardín está compuesto por cerca de mil especies vegetales procedentes de los cinco continentes, entre las que se encuentran más de 300 especies autóctonas, como por ejemplo quince clases de orquídeas cuya floración en primavera llena de color a este fabuloso jardín botánico. Esta conjunción entre arquitectura y naturaleza, con la imagen de las ruinas del monasterio envuelto por el frondoso bosque, hace que nos sumerjamos en un escenario de cuento donde las leyendas y la fantasía parecen aquí posibles.
Origen e Historia del Monasterio de Santa Catalina
Ya en el siglo XIV, cuando la familia Iruña de Oca mandó construir en estos terrenos su palacete, ya se encontraba aquí una ermita del siglo XIII bajo la advocación de Nuestra Señora de Gracia y de Santa Catalina. La ermita y el palacete fueron donados en el año 1407 a los monjes jerónimos para que construyeran un monasterio, aunque posteriormente, en el año 1471, pasó a manos de los monjes agustinos. El Monasterio de Santa Catalina fue el retiro espiritual de estos monjes hasta que en el año 1835 la desamortización de Mendizabal les obligó a abandonarlo, desde entonces la vegetación comenzó a invadir las paredes y las estancias de este recinto religioso, siendo uno más de los muchos monasterios y conventos abandonados en aquella época.
Caminar por el interior de estas ruinas es evocar tiempos pasados, puesto que aún se conservan elementos arquitectónicos como los aljibes, pozos de piedra caliza, la iglesia con su claustro, ventanales de arcos apuntados pertenecientes al antiguo palacio o las terrazas construidas por los monjes agustinos, quienes aquí cultivaron su huerto con sus vides. También podemos subir por una escalera de caracol que nos lleva hasta el campanario donde obtendremos unas formidable vistas de todo el monasterio en su conjunto, teniendo como telón de fondo la Sierra de Badaia.
En el año 2012 se iniciaron unas obras de acondicionamiento en el monasterio procediendo para ello a la reconstrucción de aspilleras, dinteles y arcos, rellenando los huecos y grietas con tableros de madera de pino. También se ha hecho un riguroso estudio para la identificación de las distintas partes del monasterio, además de las distintas fases de construcción, para así obtener un mayor conocimiento de este edificio con tanta historia.
Iglesia
Caminar por el interior de estas ruinas es evocar tiempos pasados, puesto que aún se conservan elementos arquitectónicos como los aljibes, pozos de piedra caliza, la iglesia con su claustro, ventanales de arcos apuntados pertenecientes al antiguo palacio o las terrazas construidas por los monjes agustinos, quienes aquí cultivaron su huerto con sus vides. También podemos subir por una escalera de caracol que nos lleva hasta el campanario donde obtendremos unas formidable vistas de todo el monasterio en su conjunto, teniendo como telón de fondo la Sierra de Badaia.
En el año 2012 se iniciaron unas obras de acondicionamiento en el monasterio procediendo para ello a la reconstrucción de aspilleras, dinteles y arcos, rellenando los huecos y grietas con tableros de madera de pino. También se ha hecho un riguroso estudio para la identificación de las distintas partes del monasterio, además de las distintas fases de construcción, para así obtener un mayor conocimiento de este edificio con tanta historia.
Claustro
Jardín botánico
Este espacio natural se empezó a convertir en jardín botánico en el año 1999 gracias al ayuntamiento de Iruña de Oca, creando un proyecto cuya finalidad residía en crear tres grandes zonas dentro del jardín, la de umbría, fondo del valle y solana. El resultado es una amplia muestra con una gran variedad de árboles, flores y plantas donde encontraremos cedros, encinas, arces japoneses, araucarias o cactus, además de plantas aromáticas como el tomillo, el romero, la salvia o la lavanda. Sin olvidarnos de la estación primaveral donde el parque se llena de color con flores como el tulipán, el narciso, las anémonas y las antes mencionadas orquídeas, de hecho el parque se abrió al publico en la primavera del año 2003.
Los gestores del jardín botánico han creado un programa de actividades en el que se realizan talleres didácticos donde se enseñan cosas sobre las plantas medicinales y las plantas autóctonas del parque, como por ejemplo la elaboración artesanal de perfumes y jabones. Además, al llegar la noche nos maravillaremos al mirar el cielo con las sesiones de observación de estrellas y constelaciones, ya que el parque botánico de Santa Catalina ha sido reconocido como parque estelar "Starlight"por ser uno de los mejores lugares del mundo para las observaciones astronómicas.
Los gestores del jardín botánico han creado un programa de actividades en el que se realizan talleres didácticos donde se enseñan cosas sobre las plantas medicinales y las plantas autóctonas del parque, como por ejemplo la elaboración artesanal de perfumes y jabones. Además, al llegar la noche nos maravillaremos al mirar el cielo con las sesiones de observación de estrellas y constelaciones, ya que el parque botánico de Santa Catalina ha sido reconocido como parque estelar "Starlight"por ser uno de los mejores lugares del mundo para las observaciones astronómicas.
8 Comentarios
Me encanta este lugar... Soy fan de las ruinas y estas tienen un encanto especial rodeadas de esa naturaleza. ¡¡Apuntado queda!! Un abrazo
ResponderEliminarNosotros también somos fan de las ruinas y cuando nos enteramos que habían creado un jardín botánico alrededor de estas ruinas, no dudamos en visitarlo.
EliminarHola chicos!
ResponderEliminarQué bonitos son estos jardines! Y la iglesia en ruinas es una pasada, súper fotogénica.
No teníamos ni idea, y nos han gustado mucho. Y el precio está genial.
El post es súper completo, y siempre está bien descubrir estos sitios menos conocidos.
Un beso!
La verdad es que están haciendo un trabajo increíble tanto en el monasterio como en el jardín.
EliminarQué bonito. No conozco Vitoria, así que tomo nota para acercarme a este lugar cuando visite la ciudad. Me ha parecido muy de cuento :)
ResponderEliminarUn saludo Belén!
Es una excursión de un día desde Vitoria, y sin duda merece la pena
EliminarSupe de la existencia de este monasterio y su jardín botánico hace un año, cuando visité Intur y me acerqué al stand de turismo de Vitoria, pero por unas cosas o por otras todavía lo tengo pendiente. Con este post me lo has traído a la memoria, a ver si no tardo mucho en visitarlo, que por lo que veo en tu post merece mucho la pena.
ResponderEliminarSaludos.
Nosotros fue por casualidad buscando lugares cerca de Vitoria y la verdad que mereció la pena.
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